Ravello contó a RT que varios medios de comunicación han deslegitimado su trabajo y el de otros observadores internacionales tachándolos de falsos representantes. "Lo que me parece increíble es que determinados medios de prensa lo den como válido sin tomarse la molestia de preguntarme por Twitter, que es algo bien fácil".
Según sus palabras, tal actitud podría ser "señal de que no hay mucho interés en aclarar la verdad y sí en agrandar rumores".
"Hay una especie de voluntad colectiva en presentar lo que es normal como anormal… Pienso que es porque el resultado de este referéndum no es el que los medios de comunicación occidentales quisieran que se diera", dice Ravello.
Otro observador independiente, Pedro Mouriño, también está de acuerdo con que la situación en Crimea es normal, la gente lo vive como algo normal: "Las percepciones no van por la legalidad internacional o geoestratégia… Ellos entienden que es una decisión que viven como algo normal, como un día más".
El referéndum se desarrolló pacíficamente e incluso en ambiente festivo a lo largo y ancho de la península, un proceso civil en el que la reunificación con Rusia y la ruptura de vínculos con el Gobierno golpista de Kiev eran discursos predominantes a pie de urna. Según los datos oficiales del escrutinio de la consulta popular en la república autónoma de Crimea, el 96,77% de los votantes eligió la integración en la Federación de Rusia. Solo el 2,51% de los participantes apoyó la permanencia en Ucrania.