Obama recula ante el pacto Irán-Brasil-Turquía

Estados Unidos se traicionó a sí mismo y a sus aliados. Esto es lo que creen algunos expertos sobre la carta que el presidente Obama envió hace 20 días al brasileño Lula da Silva, cuyo contenido fue divulgado por la prensa brasileña.

En ella, Obama señala que las condiciones fijadas en el acuerdo del 17 de mayo entre Turquía, Irán y Brasil son suficientes para la solución pacífica del problema iraní, con lo que contradice la insistencia de sus propios funcionarios para aplicar nuevas sanciones contra la república islámica, mismas que provocaron  fuertes críticas por parte de Brasil y Turquía en el tercer foro de la “Alianza de Civilizaciones”, en Río de Janeiro.  

Según analistas, la administración estadounidense prácticamente perdió el caso Irán. Mientras que Washington insistía en imponer una cuarta ronda de sanciones  contra Irán en la ONU,  Brasil y Turquía con el apoyo de los países del grupo BRIC (Rusia, India y China) buscaron una salida diplomática de no confrontación con Teherán y tuvieron éxito. En opinión de los expertos, Washington no está contento con el hecho de que dos potencias de medio rango consiguieran semejantes resultados.

Mientras tanto, Richard Burt, el ex negociador norteamericano en las conversaciones sobre el tratado START, opinó que el asunto iraní resalta la necesidad de que Estados Unidos y Rusia unifiquen sus esfuerzos para crear un sistema de defensa conjunto.

Según él, es importante que en las futuras negociaciones entre ambas potencias sirvan para elaborar un enfoque conjunto en la defensa antimisiles. “El problema es la proliferación de armas nucleares en países como Irán, que podrían amenazar tanto a Estados Unidos como a Rusia. Por eso Washington y Moscú tienen que trabajar juntos para elaborar y poner en práctica un sistema de defensa contra amenazas de terceros, como Irán”, dijo.