Esta decisión se tomó tras la reunión celebrada el viernes entre la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y el propio Cabral que informó sobre la creciente tensión en las favelas de Río de Janeiro, donde grupos de narcotraficantes llevaron a cabo recientemente una ola de ataques armados contra las Unidades de Policía Pacificadora (UPP).
Los traficantes de drogas "quieren que nos retiremos, pero gracias a la ayuda de la presidenta y del Gobierno federal, vamos a seguir la ofensiva" contra la delincuencia, dijo Cabral, citado por el canal de televisión Globo. El gobernador se negó a especificar cuántos soldados y de qué unidades se desplegarán en Río de Janeiro.
Según el ministro federal de Justicia, José Eduardo Cardozo, las tropas podrían llegar a la ciudad este mismo fin de semana. "El Gobierno federal y el gobierno de Río juntos son más fuertes que el crimen organizado", aseguró Cardozo.
El pasado 14 de marzo, unos 270 policías ocuparon las favelas de Vila Kennedy y Metral, en la zona oeste de Río de Janeiro, a menos de cien días del inicio del Mundial de Brasil 2014. La ocupación de las barriadas forma parte de la política de pacificación iniciada en 2008 para expulsar de las favelas a las bandas de narcotraficantes que las han estado controlando.