Este sábado, los especialistas ucranianos llegaron a Moscú tras completar una misión en la que "no encontramos nada raro que pudiera preocupar" a Kiev, dijo Yuri Andrienko, miembro de la delegación citado por el canal de televisión Rossia 24.
"Tuvimos una cooperación abierta y productiva [con la parte rusa], no tuvimos ningún problema", agregó.
El equipo, formado por 16 ucranianos y un canadiense, realizó los vuelos de observación a bordo de un avión especial diseñado para el reconocimiento, en el marco del Tratado de Cielos Abiertos del año 1992. Según este tratado, Rusia y Ucrania tienen derecho de enviar vuelos de vigilancia a sus respectivos territorios.
Kiev había pedido, a través de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa, realizar una "misión extraordinaria de inspección" sobre las regiones rusas fronterizas con Ucrania, ante las informaciones llegadas de los medios occidentales que hablaban de que Moscú había incrementado fuertemente su presencia militar en las zonas fronterizas con su vecino país del sur.
Los inspectores ucranianos "podrán comprobar que no hay ninguna actividad militar que amenace a Ucrania de la que tanto se habla en los últimos días en los medios de comunicación ucranianos y occidentales", dijo anteriormente el viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov.