Se está llevando a cabo la operación de limpieza en la bahía de Galveston, donde se produjo el incidente, con la participación de unas 380 personas y cuatro embarcaciones.
Ya se han instalado barreras de contención a lo largo de 27 kilómetros, según la agencia Reuters.
Los medioambientalistas temen que el vertido contamine varias reservas naturales ubicadas en las cercanías.
Mientras, la compañía operadora de la barcaza afirmó que asumirá todos los costes de la limpieza.
La barcaza estaba transportando unos 3,5 millones de litros de combustible cuando sucedió el accidente, que dañó uno de los cuatro depósitos de productos petrolíferos de la nave.
Se informó en un primer momento que dos personas resultaron heridas en la colisión y que, según las autoridades sanitarias, su condición es estable.
Los rescatistas ya han terminado de descargar el combustible de la embarcación, que se vio inundada parcialmente y que será remolcada a un astillero en un futuro próximo.
El incidente tuvo lugar a la entrada de una frecuentada ruta naval de suministro de petróleo a las refinerías ubicadas cerca de la ciudad de Houston.
A causa de las operaciones de limpieza se ha suspendido la navegación en esta vía.
Según los expertos, si no se abre en el curso de varios días esta importante arteria por la que pasan unos 80 barcos a diario, los precios del petróleo podrían subir.