En el campo, llamado Ashbal al Aazz, preparan a futuros suicidas y enseñan a los adolescentes cómo actuar en batallas reales, según informa el diario 'Asharq Alawsat'.
Actualmente en el campo entrenan hasta 50 niños de edades comprendidas entre 7 y 13 años. La base de entrenamiento se encuentra en la localidad de Al Tabka, al oeste de pequeña ciudad siria de Ar Raka. Los instructores llaman a los niños 'pesca de oro', y uno de ellos explicó que "los adolescentes son una fuente de confianza para Estado Islámico, ya que no se echan atrás ante ninguna tarea encargada". Según él, los niños, especialmente los de familias pobres, son mucho más fáciles de convencer de que tienen que cumplir cualquier orden, incluido el ataque suicida, y, lo más importante, no piden ninguna remuneración por su sacrificio en honor a dios.
"Los jóvenes mayores ya quieren ciertas recompensas financieras por realizar actos de terrorismo", dijo uno de los instructores.
El entrenamiento en el campo dura alrededor de 25 días. Los estudiantes se dividen en grupos de 13 personas. Los principales 'disciplinas' en la escuela de suicidas son la base de la yihad y el uso de armas de fuego modernas. Al 'graduarse', los adolescentes entran en diferentes grupos terroristas.