El Boeing 777 que despegó de Kuala Lumpur rumbo a Pekín y que según los últimos anuncios del Gobierno de Malasia cayó en la zona sur del océano Índico sin dejar supervivientes podría haberse estrellado en una misión suicida, consideran los especialistas que investigan la misteriosa desaparición del vuelo, que el 8 de marzo perdió el contacto con los radares.
"Fue un acto deliberado realizado por alguien que estaba a bordo y tenía suficientes conocimientos detallados para saber lo que estaba haciendo", subraya uno de los investigadores, que habló bajo condición de anonimato.
Los investigadores creen que un incendio o un mal funcionamiento técnico no pudieron causar la inhabilitación del sistema de comunicaciones y desviarlo de esta manera de su rumbo. El análisis profundo de los acontecimientos que podrían haber tenido lugar durante las dos horas posteriores al despegue del vuelo MH370 hasta su desaparición demuestra que los sistemas del aparato podrían haber sido manipulados "de una manera racional". Al mismo tiempo los especialistas dicen que aún desconocen los motivos de este atentado.
Las autoridades de Malasia ayer anunciaron que reconocen que el Boeing 777 con 227 pasajeros y 12 miembros de la tripulación a bordo –que está siendo buscado desde hace más de dos semanas– cayó en el océano Índico, indicando que la última que se localizó estaba en una zona apartada de cualquier posible lugar de aterrizaje.