Le dije 'hola hijo, te quiero', eso es todo lo que pude decirle
Las bases militares han vivido al borde de la violencia las últimas semanas, pero con la orden de la retirada definitiva de las tropas ucranianas emplazadas en el territorio de Crimea, la bandera rusa ondea ahora en prácticamente todas las bases militares de la república. Los soldados que han optado por seguir permaneciendo en las filas del Ejército de Kiev han podido salir libremente de estos cuarteles, algo que sin embargo no sucede al otro lado de la frontera donde centenares de soldados crimeos se sienten atrapados en Ucrania.
"Le dije 'hola hijo, te quiero', eso es todo lo que pude decirle", dice Sussanah, la madre de un soldado que sirve en Ucrania. "Ahora algunos oficiales están preguntando quién procede de Crimea, quién de los que sirve en esa Armada procede de Crimea, luego apuntan su nombre en una libreta y no les dicen nada más", continúa la mujer.
Nastia vive aferrada a los teléfonos para poder hablar con su prometido, al otro lado de la frontera. Todos albergan los mismos miedos. "Tiene miedo de que ni siquiera le permitan volver, ese es su principal miedo ahora. Llamo a todo el mundo continuamente, ni siquiera tengo un rato para mis estudios, para mí ahora lo primero es estar siempre disponible por si él me necesita", expresa Nastia.
La nueva contraseña de acceso a la base es 'ahorcar a los rusos'
Sussanah es tártara, su hijo siempre soñó con ser soldado de élite, algo que ahora que Crimea está dentro del orden militar de Rusia le sería más fácil. Sin embargo, ella duda que haya garantías para él. "Me lo han dicho algunos amigos, los están trasladando a lugares que desconocen, algunos oficiales les dicen que no les permitirán volver a ningún lado", según la mujer.
Otra madre de un soldado crimeo dijo que "les obligan a hablar ucraniano. Los padres de un trabajador de la base me dijeron que la nueva contraseña de acceso a la base es 'ahorcar a los rusos', y los rusos que están sirviendo allí tienen que decir eso sobre sí mismos".
La situación de estos crimeos que simplemente cumplían con su deber está ahora en manos de las autoridades de Kiev. Hasta el momento no han contemplado una medida recíproca a la que sí tuvieron en cambio los soldados que han podido retornar a Ucrania sin incidentes. Los soldados crimeos pueden ahora convertirse en moneda de cambio de un conflicto en el que ni siquiera han querido luchar.