"No estoy interesada en una escalada, al contrario, estoy trabajando para revertir la situación", declaró la mandataria alemana tras una reunión con su colega surcoreana, Park Geun-hye.
Según Merkel, la situación relacionada con la reunificación de Crimea con Rusia aún no ha superado los límites que suponen la aplicación de sanciones contra Moscú.
Mientras tanto, según los expertos alemanes las sanciones contra Rusia tendrían un impacto negativo en primer lugar sobre la economía alemana. Se estima que cerca de 300.000 puestos de trabajo en Alemania dependen de las relaciones económicas con Rusia, una cifra significativa con el telón de fondo de la crisis en la UE.
Asimismo, el año pasado el intercambio comercial ente Rusia y Alemania alcanzó los 76.000 millones de euros, al mismo tiempo que unas 6.000 empresas alemanas tienen negocios en Rusia, con inversiones de 20.000 millones de euros.
Por su parte, muchos expertos y políticos coinciden en que, en caso de ser aplicadas, las sanciones serán un arma de doble filo que podría perjudicar a la economía de los países occidentales. Al mismo tiempo, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, comentando teóricas consecuencias de las presiones económicas ejercidas por EE.UU. o la UE, subrayó que actualmente no existen causas fundamentales para creer que las sanciones podrían afectar a la economía rusa, aunque –agregó– en la actual coyuntura "ni las empresas occidentales ni Rusia necesitan sanciones".