Desde ya hace siglos las principales características del océano Índico eran su lejanía y aislamiento, lo cual, por ejemplo, reflejó Julio Verne en su novela de aventuras 'Segunda patria' en el año 1900. Dado a sus particularidades, la región se presenta como un lugar perfecto para esconder objetos en su inmensidad, sea una isla entera creada por la imaginación del escritor francés, o un Boeing 777 real con 239 personas a bordo, señala la revista americana 'Foreign Policy'.
La desaparición del avión malayo -que, según se anunció el 24 de marzo, "terminó en el sur del océano Índico"- desvió la atención de todo el mundo hacia esta región que se encuentra "fuera de las rutas normales de navegación y de cualquier patrón de vuelo comercial", según comentó un funcionario del Gobierno de EE.UU. a la agencia CNN. El lugar también destaca por sus malas condiciones climáticas con tormentas frecuentes, vientos interminables y algunas de las olas más altas del mundo, lo cual está obstaculizando la búsqueda del avión y de su caja negra. Según 'Foreign Policy', "perderse en alta mar por ahí es casi tan letal como estar abandonado en el espacio exterior".
De hecho, el misterio del vuelo MH370 se suma a otros accidentes ocurridos en la zona del sur del océano. Entre las más famosas se encuentra una terrible historia que tuvo lugar en el siglo XVII. En 1629 el buque holandés Batavia de la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales quedó varado en Houtman Abrolhos, una colección de arrecifes e islas de la costa occidental de Australia. Un grupo de amotinados instigó un reinado de terror y organizó una masacre de otros sobrevivientes, matando a más de 100 personas.
El incidente dio mala fama a Abrolhos, pero no fue el único. Más tarde, en 1727, en esos mismos arrecifes se estrelló Zeewijk, un buque de la misma compañía. Entonces de las 208 personas que inicialmente encallaron en las islas, 82 lograron alcanzar las Indias Orientales Neerlandesas (Indonesia en la actualidad) en una embarcación construida con los restos del barco naufragado. El naufragio en sí fue encontrado en 1968 por buceadores.
A lo largo de los siglos XIX y XX siguieron hallando objetos y restos de ambos accidentes, los cuales actualmente se conservan en museos australianos. Para completar la lista, aunque sea con una historia fantástica, la revista estadounidense recuerda que, según algunas versiones de la famosa leyenda, el barco fantasma Holandés Errante pereció en una tormenta violenta precisamente en esa parte del mundo.