Envían pandillas a la retaguardia del Ejército Rojo para que realicen trabajo subversivo
Los documentos describen las tácticas de los nacionalistas ucranianos contra el Ejército Rojo y los aspectos de la colaboración de las brigadas de los seguidores de Stepan Bandera con los nazis.
"Ocultando a la población ucraniana su relación con las autoridades militares y alemanas, los seguidores de Bandera, en efecto, están actuando bajo el dictado de los alemanes, recibiendo de ellos armas, uniformes y otros equipos militares", dice un informe de mayo de 1944. A su vez, los nacionalistas presionaron a los campesinos para poder "cambiar las armas por alimentos, ganado y caballos".
Los autores de estos documentos dicen que tras dejar de combatir con los alemanes, eslovacos, lituanos y "otras fuerzas aliadas de Hitler", los nacionalistas ucranianos intensificaron la lucha contra el Ejército Rojo y los partisanos soviéticos, es más, "intensificaron el terror contra los ucranianos que simpatizaron al poder soviético". "Envían pandillas a la retaguardia del Ejército Rojo para que realicen trabajo subversivo e de inteligencia", añaden los informantes de Moscú.
Escuadrones de la muerte luchan contra los partisanos, detectan y matan a la gente no deseable
Un documento de enero de 1942 indica que "bajo las direcciones de las autoridades alemanas, los escuadrones de la muerte luchan contra los partisanos, detectan y matan a la gente no deseable a las autoridades alemanas". "Están armados con los fusiles rusos y están vestidos con los uniformes del Ejército Rojo", dice el informe. En otras palabras, estos archivos mencionan las provocaciones, cuando los nacionalistas mataron a los civiles para después poder culpar a los soldados soviéticos, en concreto, y a Moscú, por ende, de los asesinatos.
Esta táctica, preferida por los nacionalistas ucranianos hasta hoy, fue realizada para "suprimir las simpatías por el régimen soviético en la población" e, idealmente, provocar los sentimientos antisoviéticos. Sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial los ucranianos ya entendieron quiénes eran realmente los seguidores de Stepan Bandera, por eso los intentos de incitar a la población civil contra Moscú fracasaron.