Políticos conservadores como el senador John McCain opinan que EE.UU. no hace suficiente frente la crisis en Ucrania. McCain quiere que Washington promueva la incorporación de Ucrania a la OTAN, algo que obligaría a los estadounidenses a intervenir en cualquier conflicto que surgiera en la región.
Por su parte, el senador Rand Paul, hijo del excongresista republicano Jon Paul, se mostró crítico con estas posturas, diciendo que algunos de sus colegas "están demasiado atrapados en la era de la Guerra Fría" y no cree "que sea una buena idea".
Los propios estadounidenses en general parecen estar de acuerdo con que el país norteamericano no debería involucrarse en la crisis ucraniana, según la encuesta de la Fundación Reason-Rupe. De hecho, cuando se les preguntó qué les gustaría hacer con respecto a la tensión entre Rusia y Ucrania, el 58% preferirían que EE.UU. permanezca completamente al margen de ese conflicto. El 32% de los encuestados se pronunciaron a favor de la continuación de la imposición de sanciones económicas contra Moscú y solo el 8% abogaron por enviar tropas estadounidenses a la zona.
Aunque no es sorprendente que los estadounidenses, hartos de los conflictos armados en el extranjero con la participación de las tropas de su país, perdieran la confianza en el enfoque de la política exterior del expresidente George W. Bush, solo un tercio de los participantes en el sondeo de Reason-Rupe piensa que el presidente Obama es mejor, mientras que otro tercio opina que incluso es peor.
En cuanto a Ucrania, casi una cuarta parte de los estadounidenses no saben lo suficiente acerca de la situación para evaluar las acciones de Obama, mientras que el 37% las aprueban y el 40% las desaprueban.
Entre los que desaprueban la posición de Obama hacia Ucrania, solo el 26% quiere que EE.UU. continúe imponiendo sanciones económicas, al tiempo que el 61% quiere que EE.UU. se mantenga fuera del asunto.