"Toda la guerra de drones de los militares de EE.UU. no sería posible sin Alemania" afirmó Brandon Bryant a la cadena alemana NDR y al periódico 'Süddeutsche Zeitung'. Durante sus cinco años de servicio, Bryant, quien renunció en 2011, dirigió más de 1.000 operaciones en Pakistán y Yemen desde su panel de control en Nuevo México, lejos de los países atacados. Los datos obtenidos por los drones se transmitían vía satélite a Alemania. Después, se enviaban de vuelta a EE.UU. a través de un cable de fibra óptica.
El expiloto especificó que las imágenes en vivo fueron analizadas y clasificadas por los equipos de oficiales de inteligencia estadounidenses en Alemania, lo que sugiere que la base aérea de Ramstein, situada en el estado alemán de Rhineland-Palatinate, representa el centro neurálgico de las operaciones mortíferas de los drones norteamericanos.
El año pasado, los medios alemanes mencionados revelaron que EE.UU. utiliza sus bases militares en Alemania para llevar a cabo asesinatos selectivos de sospechosos de terrorismo en "todo el mundo", incluyendo Somalia.
A raíz de las recientes revelaciones y ante una fuerte polémica desatada en la sociedad alemana, el portavoz de política exterior de Los Verdes, Omid Nouripour, instó al Gobierno de Angela Merkel a tomar medidas. "Es una vergüenza que el Gobierno alemán se limite a cerrar los ojos a las violaciones del derecho internacional en el territorio alemán", dijo Nouripour a la agencia de noticias DPA. Al su vez, el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert, afirmó que EE.UU. —que tiene una presencia militar en Alemania garantizada por acuerdos posteriores a la Segunda Guerra Mundial— ha negado que su base alemana, que alberga más de 600 efectivos, esté directamente involucrada en los controvertidos ataques.
Mientras que las nuevas revelaciones podrían poner más presión a las relaciones entre Washington y Berlín —que ya están algo tensas debido a las filtraciones de Snowden— es poco probable que conduzcan a medidas específicas de Alemania. Y es que Berlín no puede inspeccionar libremente, y mucho menos cerrar, las bases de EE.UU. sin tener que salir de los acuerdos fundamentales de cooperación militar, menciona el rotativo.