"No tengo ninguna duda de que esta campaña sin precedentes acerca de la amenaza rusa persigue un único objetivo: convencer a la opinión pública de que la trayectoria correcta es la de volver a los orígenes de la OTAN, a la defensa colectiva; es decir, contener la amenaza del Este", explicó el diplomático en una entrevista al periódico ruso 'Kommersant'.
De acuerdo con Grushkó, parece que en la Alianza algunos realmente perciben la OTAN como una fuente de legitimidad política, por lo que están convencidos de que cualquiera de sus acciones, por definición, es válida y no está sujeta a ningún debate, y este convencimiento perdura pese a las lecciones de Kosovo, Irak y Libia.
"A los militares [de la OTAN] les encargaron elaborar medidas complementarias para fortalecer la capacidad de defensa colectiva. Todos estos pasos y las intenciones declaradas indican que en la OTAN triunfan los que quieren volver a los días de la Guerra Fría y lograr una nueva consolidación del bloque en torno al artículo 5 del Tratado de Washington", subrayó.
Efectivamente, la opinión del diplomático ruso la confirman las declaraciones tanto de altos cargos de la OTAN como de sus miembros ordinarios que con más frecuencia hacen referencia al artículo 5 del Tratado, según el cual un ataque armado contra uno o más de los países miembros será considerado como un ataque contra todos ellos, lo que prevé el uso de la fuerzas armadas contra el presunto agresor.
Así, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, en su artículo publicado este domingo en el periódico 'The Telegraph' reveló que "todavía vivimos en un mundo peligroso" y llamó a los países miembros a aumentar los recursos destinados a la defensa y a fortalecer la cooperación con los socios de la OTAN. Rasmussen advirtió que los recientes acontecimientos en Ucrania demuestran que hoy día es más importante que nunca invertir en la defensa de la democracia y de paso acusó al Kremlin de intentar dividir Europa en nuevas esferas de influencia.
Por su parte, el presidente de la República Checa, Miloš Zeman –que por un lado constató que la UE debe aceptar la reunificación de Crimea con Rusia y apoyó la idea de la federalización de Ucrania considerando que cierta descentralización y autonomía podrían calmar la situación en el país–, tampoco dejó de mencionar la "amenaza rusa" y llamó a la OTAN a enviar sus tropas a Ucrania para proteger la integridad del territorio del país en caso de necesidad.