Es evidente que hay "un voto de descontento" y de oposición específica frente a un tercer mandato del Partido Liberación Nacional (PLN) y del Gobierno de Laura Chinchilla, explica el experto, subrayando que la victoria de la oposición en la persona de Luis Guillermo Solís ilustra a las claras este rechazo.
El afianzamiento del Partido izquierdista Acción Ciudadana (PAC) como opositor al Partido de Liberación Nacional muestra que logró finalmente capitalizar este voto de rechazo y la confianza ciudadana, indica el analista, agregando que, a pesar de ser atípico, el voto se vio favorecido por una alta participación. Cabe destacar, que en vísperas de la segunda ronda de elecciones el contrincante de Solís, Johnny Araya del PLN, se retiró de la campaña electoral alegando falta de fondos, dejando a Solís en favorito absoluto.
"El tercer elemento es la irrupción de izquierda, que será el fiel de la balanza en el Congreso de la República", opina el analista. El partido de Solís tendrá que demostrar flexibilidad, ya que el PLN es aún mayoría en la Cámara de Diputados. En este sentido el PAC, que es un partido de centroizquierda, tendrá que formar alianzas con el partido de izquierda (Frente Amplio) para garantizar la gobernabilidad y darle salida a los programas del Gobierno que quiere desarrollar, explica.
Según él, la victoria de Solís también puede representar el fin de bipartidismo, lo que venía ocurriendo de hecho en el país. El partido de Solís, escindido del Partido Liberación Nacional, es, sin embargo, un partido nuevo que logró acercarse más a la ciudadanía a través de crítica de fenómenos como la corrupción. El éxito del PAC en las urnas reside en que no fue percibido como otro partido tradicional, sino como un partido nuevo, mientras que Solís se presentó como el presidente de una renovación política ansiada por los costarricenses.