Es la primera vez que gobernará en Costa Rica en los últimos 65 años un partido que no forma parte de los bloques tradicionales de la política local
SOLÍS: Bueno, tiene un sabor muy dulce sin lugar a dudas y estoy muy agradecido con el apoyo de mi pueblo, pero también hay que reconocer que esta campaña fue inédita en dos sentidos: ese es uno, y el segundo que a mí me parece más trascendental incluso que el electoral, es que esta es la primera vez que gobernará en Costa Rica en los últimos 65 años un partido que no forma parte de los bloques tradicionales de la política local. Y esto me parece que marca el verdadero punto de inflexión en el desarrollo de la política nacional. Eso es lo que podría indicar una variación significativa del rumbo del sistema político si cumplimos con lo que hemos ofrecido hacer. RT: Bueno, también usted resaltó la sabiduría del pueblo para escoger entre el cambio y el continuismo del ayer. Pero, ¿no ha habido nada bueno en el desarrollo de la Costa Rica de ayer?, ¿tal vez hay algo que pueda rescatar de ese Gobierno saliente? y ¿qué le gustaría que su pueblo pudiera olvidar para siempre?
SOLÍS: Bueno, mire, definitivamente hay mucho que preservar de la historia nacional y como todo Gobierno el de la presidenta Chinchilla también tiene puntos altos. Su lucha contra el crimen violento, por ejemplo, logró reducir significativamente ese flagelo. Las redes de cuido que esta administración inicia también son importantes. Pero cosas que yo no quisiera repetir: los índices de corrupción, que son muy altos en el Gobierno de Chinchilla; la incapacidad que ha tenido el Gobierno de reducir la desigualdad y la pobreza, que siguen siendo retos pendientes en el Estado costarricense, y sobre todo una gestión económica que no ha logrado crecimiento sostenible de buen nivel. La economía costarricense está creciendo, pero no crece todo lo que debiera. Me parece que en esos tres ámbitos, en el crecimiento económico, en el de la equidad y en el de la transparencia hay mucho que hacer.
RT: También en cuanto a la política exterior durante el mandato de Laura Chinchilla se vieron perjudicadas las relaciones con la vecina Nicaragua. ¿Cuál va a ser su actitud hacia ese tema durante su mandato?
Costa Rica y Nicaragua son países que no tienen causa de divorcioSOLÍS: Bueno, por un lado, salvaguardar los procesos que se encuentran en sede judicial. Usted sabe que tenemos dos demandas interpuestas contra Managua en la Corte Internacional de Justicia. Costa Rica es un país que obligatoriamente, por carecer de Fuerzas Armadas, debe depender de las instituciones del derecho internacional. Hemos dicho que en el caso de estas demandas acataremos escrupulosamente lo que la Corte Internacional de Justicia determine y por otro lado creemos que Costa Rica y Nicaragua son países que no tienen causa de divorcio, no pueden irse a otro lado, somos vecinos que tenemos una agenda binacional muy activa: los vínculos humanos, comerciales, ambientales, de seguridad, de salud pública entre Nicaragua y Costa Rica son muy intensos. Auguro por lo tanto la mejor relación posible con Nicaragua, que creo redundará positivamente en la inmensa cantidad de costarricenses y nicaragüenses que atraviesan esa frontera.
Sin embargo, he tomado la decisión de no invitar personalmente al presidente Ortega a la toma de posesión porque me parece que la posición del presidente Ortega respecto del territorio costarricense es inadmisible. Invadió territorio costarricense y se ha pronunciado en términos que a mí me parecen inaceptables sobre otros puntos del territorio nacional, pero será invitado por la vía formal, diplomática, y que le permitiría si desea venir a Costa Rica como cualquier otro jefe de Estado a la transmisión del mando presidencial el 8 de mayo.
Sobre el tema de la lucha contra el narcotráfico es evidente que la política de militarización ha sido un fracaso absolutoRT: Que le parece si hablamos de los problemas regionales. Uno de los flagelos más grandes es el narcotráfico y también ahora los expertos coinciden en que se impone la solución desde EE.UU. de la militarización de la zona. ¿Cuál será su actitud hacia ese tema? ¿Qué solución cree usted que hay que escoger?
SOLÍS: Bueno, mire, sobre el tema de la lucha contra el narcotráfico es evidente que la política de militarización ha sido un fracaso absoluto. Se capturan unos cuantos miles de toneladas por año, pero al mismo tiempo pasan, probablemente sin que nos demos cuenta, muchos miles más, entonces no creo que la militarización sea una buena idea y menos todavía en un país que no tiene Ejército, no me parecería compatible una cosa con otra.
Nosotros tenemos un acuerdo de patrullaje conjunto con los EE.UU. que permite la utilización de naves de los guardacostas de los EE.UU. en ambos mares y también de aeronaves de los guardacostas que utilizan un sistema mixto de verificación por aire y mar de lanchas y otras aeronaves sospechosas de participar en el narcotráfico. Ese es un convenio que funciona bien, no vemos por qué debemos alterarlos, aunque últimamente se han presentado tensiones porque los EE.UU. están utilizando naves artilladas de las Fuerzas Armadas de EE.UU. para realizar tareas de patrullaje conjunto, y eso sí es ilegal de acuerdo a la Constitución política de Costa Rica si no pasa, si no cuenta, si no tiene un permiso especial de la Asamblea Legislativa. Entonces ahí se han generado algunas tensiones, pero en términos generales estamos de acuerdo que es difícil luchar contra las drogas fuera de un marco adecuado de cooperación internacional.
RT: Y también usted se ha posicionado, si hablamos de EE.UU., como opositor al Tratado de Libre Comercio con EE.UU. ¿Cree que no le ha beneficiado bastante a Costa Rica? ¿Qué pasos tomará respecto a ese tema durante su gestión?
La economía aquí no crece porque está muy vinculada a la economía de EE.UU.
SOLÍS: Bueno, en realidad yo fui un opositor al Tratado de Libre Comercio hace ya siete años. Participé de manera muy activa en contra de ese tratado porque me parecía que perjudicaba a nuestros productores y productoras agropecuarios y a otros sectores de la economía costarricense. Después del año 2007, cuando se produjo el referéndum que autorizó la firma y ratificación del Tratado de Libre Comercio, se abrió un espacio ya sobre el cual no teníamos ningún control de negociación de otros tratados y hoy Costa Rica tiene más de 12 tratados de libre comercio con China, con la Unión Europea, con México, con Colombia se está negociando, en fin, y por lo tanto es un 'fait accompli', no hay aquí ninguna forma de regresar atrás, y por lo tanto lo que yo he sugerido es que le tomemos la palabra al excanciller de Brasil Celso Morin, que actualmente es el ministro de Defensa de la presidenta Rousseff, que en su momento dijo que en materia de comercio exterior los países tenían que ser lo más promiscuos posibles, que el matrimonio monogámico no era bueno en comercio, y por lo tanto creo que Costa Rica debe diversificar tanto como pueda su comercio exterior para que sea menos plausible una crisis por tener un alto componente de su economía comprometido en un tratado con un país que puede ser que no tenga voltaje económico suficiente para garantizar los términos de ese tratado, y es lo que ha ocurrido con el TLC con EE.UU., la economía aquí no crece porque está muy vinculada a la economía de EE.UU. que ha estado en fase recesiva desde hace varios años. De hecho el Tratado de Libre Comercio no nos ha deparado ninguna ventaja entre otras razones porque el mercado principal no está funcionando. Pero si hemos de escoger entre una política local sin tratados y una política local con tratados bien administrados, claramente yo me quedo con la segunda y no con la primera.
El Tratado de Libre Comercio no nos ha deparado ninguna ventaja
RT: Su predecesora Laura Chinchilla dijo en una ocasión que no tenía complejo ante EE.UU. como potencia que supuestamente tenía el poder para influenciar en las decisiones de otros estados con menos peso político. ¿Cómo ve el vínculo de Costa Rica y EE.UU.?, ¿habrá un replanteo de enfoques durante su gestión?
SOLÍS: Mire, no lo creo, en realidad las relaciones de EE.UU. con Costa Rica son bastante estables. Hay temas ambientales, hay temas de inversión, hay temas comerciales, hay temas de seguridad, pero no creo que se requiera un replanteamiento por el fondo, quizá ajustes en algunos puntos específicos de la agenda, pero en términos generales no veo grandes cambios. Me gustaría ciertamente explorar con mayor profundidad algunos temas de esa agenda, por ejemplo todo lo que tiene que ver con ambiente, es un tema que me interesa mucho, y buscar más diálogo político porque ese es un factor que sí ayuda en la región centroamericana, especialmente en el marco de las discusiones sobre la integración regional.
RT: Usted es partidario de la participación de Costa Rica en la Alianza del Pacífico, pero también se conoce que usted está interesado en fortificar las relaciones con la Celac, pero hay un poco de polémica en ese sentido porque algunos de los gobiernos izquierdistas ven en la Alianza del Pacífico un rival porque creen que es una organización un poco pronorteamericana. ¿Cómo piensa hallar un equilibrio de integración?
SOLÍS: En realidad cuando me pronuncié a favor de la Alianza del Pacífico lo hice en un sentido más geopolítico que comercial y no conocía lo suficiente los detalles de esa negociación y debí de haber sido más cuidadoso porque después de haber hecho esa declaración me enteré de que había una oposición bastante férrea, bastante cerrada, de los grupos agroexportadores, industriales incluso, que objetaban esa disposición, ese tratado de la cuenca del Pacífico, alegando que los plazos para la desgravación arancelaria, que ya existe en los Tratados de Libre Comercio entre todos los miembros porque esa es una condición, todos los miembros tienen que tener tratados de libre comercio entre sí, podía afectarles gravemente. Es decir, que no podía ser que estuviera aprobándose, o a punto de aprobarse, un tratado que no tomara en cuenta la fragilidad, la vulnerabilidad del sector agropecuario, del sector industrial, por ejemplo, frente a los productos y las dinámicas de lo que plantea este tratado.
Entonces, lo que he dicho es que quiero más bien que se me dé más información sobre las condiciones específicas en lo comercial, en lo migratorio, en lo relativo a los Tratados de Libre Comercio ya suscritos, entiendo que quieren hacer un megatratado o algo por el estilo, y veremos entonces si funciona o no funciona la Alianza. Pero por el momento vería incompatible la Celac con la Alianza solo y si solo si los términos específicos inhiben a Costa Rica de participar en la Alianza como un país a toda regla.
RT: ¿Entonces ve a la Celac como una buena alternativa?
Celac es el futuro de América Latina
SOLÍS: Yo creo que es una muy buena alternativa, me parece que Celac es el futuro de América Latina, es el camino que América Latina pareciera querer desarrollar de manera más directa.
RT: Recientemente Costa Rica ha asumido la presidencia en ese organismo regional, ¿cuáles son sus planes al respecto? ¿Cuál será su propuesta para debatir los dos problemas más graves: la desigualdad y la pobreza?
SOLÍS: Me parece que son los grandes males de América Latina. Cuesta mucho resolver esos temas desde la integración porque esos temas tienen que ver fundamentalmente con procesos locales, la integración regional no sustituye siempre esos espacios nacionales. Generalmente la pobreza, la exclusión tienen que ver con la ausencia o debilidad de los sistemas de educación pública o la ausencia de financiamiento y capacidad de los programas de alimentación, etc. y por lo tanto cuesta mucho abordar el tema de la educación y la salud desde la integración. Hay cosas que la integración puede hacer y hay otras que no puede hacer. Creo que en temas de seguridad puede hacer mucho, en temas de desarrollo político puede hacer mucho, pero en temas de política social y educativa puede hacer relativamente poco.
RT: Pero también como presidente de la Celac, ¿Costa Rica qué podría plantear como solución para esos problemas?
SOLÍS: Yo creo que Costa Rica podrá establecer grupos de trabajo o podrá empezar a analizar las posibilidades reales de que el colectivo latinoamericano establezca eso como un núcleo duro de trabajo de la Celac y para ello podríamos utilizar algunas de las experiencias que Costa Rica sostiene o ha sostenido como exitosas en términos por ejemplo de seguridad social o educación pública, pero claramente es algo que no siempre es posible lograr en el marco de un sistema de integración que es mucho más complejo y por supuesto más todavía cuando no son problemas que están presentes en todos los países sino principalmente en los de menor desarrollo relativo, lo cual vuelve más complicado todavía la gestión de los recursos con ese propósito.
RT: Y también en los últimos años ha venido avanzando y fortaleciendo sus vínculos con Rusia. ¿Su gobierno buscará desarrollar y fortificar esos vínculos con la parte rusa? ¿En qué se enfocará?
SOLÍS: Mire, me tocó en suerte iniciar esos contactos cuando fui director general de política exterior y se invitó por primera vez al señor Primakov a Centroamérica, y tuve también la posibilidad de estar cerca del diálogo con el canciller Lavrov. Entonces conozco bien la dinámica y me parece que, al igual que con otros países del mundo, la relación de Centroamérica con Rusia puede resultar muy provechosa, al menos en el diálogo político y quizás en otras dimensiones que tienen que ver más bien con la distancia tan grande que existe entre Centroamérica y su país.
Es importante que Centroamérica tenga la mayor posibilidad de diálogo político con los principales actores del sistema internacional y la Federación de Rusia es por supuesto uno de ellos
Entiendo que tendré la posibilidad de asistir a un encuentro del BRICS con la Celac para la fundación del foro de cancilleres de la Celac en el mes de julio en Recife, en Brasil, y que ahí, si llegara y pudiera llegar el presidente Putin, sería una gran noticia para avanzar también con él en este diálogo y si fuera posible tener una cita bilateral con él porque sí es importante me parece que Centroamérica tenga la mayor posibilidad de diálogo político con los principales actores del sistema internacional y la Federación de Rusia es por supuesto uno de ellos.
RT: Usted dijo una vez que su modelo de país es Finlandia, entonces ¿qué aspectos de la vida finlandesa podrían ser implementados en Costa Rica?
SOLÍS: Bueno, primero, el valor absoluto de la educación pública como un instrumento fundamental de desarrollo, la experiencia costarricense desde el siglo XIX ha sido la de contar con una educación pública financiada y costeada por el Estado y obligatoria hasta el noveno año, es decir, hasta el tercer año de secundaria, y esto le ha dado a Costa Rica una gran fuerza digamos como modelo, porque esto plantea un tema de ascenso social, la educación es como un trampolín que permite a las personas salir de una situación de pobreza a una de mayor prosperidad.
Finlandia podría ser un magnífico modelo para Costa Rica
Entonces, el modelo finlandés tiene un fuerte componente educativo, tiene un fuerte componente de planificación a largo plazo que a mí me parece fundamental, son acuerdos que se toman pensando no en un partido, sino en el país, a mediano plazo y a largo plazo. Esta combinación que hacen en Finlandia entre los recursos naturales y el desarrollo, que esa es otra cosa que a mí me parece fundamental, nosotros no deberíamos de reducir sino complementar los beneficios del desarrollo con la utilización del ambiente, por ejemplo. Por lo menos en esos tres ámbitos me parece que Finlandia podría ser un magnífico modelo para Costa Rica. La equidad permite que en el caso de Finlandia el quintil más alto de ingresos y el quintil más bajo esté separado 7 veces, en lugar de las 25 veces que está separado en Costa Rica. Eso me parece ejemplar.
RT: ¿Qué cambios tienen una importancia vital y qué es lo que anhela modificar ahora en Costa Rica?
SOLÍS: En lo inmediato me he comprometido con la intervención de las vías de comunicación del país porque me parece que es muy peligroso que nosotros continuemos sin atender las emergencias de la red vial allí donde estas existen. Este es uno de los compromisos que asumí en campaña, de firmar el decreto interviniendo estas carreteras en los lugares específicos a partir del 8 de mayo.
En segundo lugar me gustaría alinear los programas sociales ya existentes, de manera tal que ordenados y armonizados estos programas sirvan para reducir la pobreza extrema, es un tema que me preocupa mucho, me angustia mucho la pobreza extrema por las implicaciones que tiene sobre miles de familias costarricenses.
Y en tercer lugar hacer algunas acciones de combate a la corrupción que no quisiera precisar en este momento, pero que tienen que ser golpes contundentes que no ofrezcan duda de la voluntad del Gobierno de enfrentar esa situación anómala en democracia.
RT: Usted goza de enorme apoyo popular, pero ¿qué tiene que esperar la región, el continente y el mundo de usted como futuro presidente de Costa Rica?
SOLÍS: Primero, una gran adhesión a los principios del derecho internacional, de la autodeterminación de los pueblos, del respeto a los derechos humanos y todo lo que conlleva la adopción de un modelo conocido por mucha gente de Costa Rica. Y en segundo lugar, una persona dispuesta a construir, desde los diferentes espacios culturales donde participe, unos entendimientos al interior de los países y entre ellos que garanticen la armonía y el desarrollo con justicia que aspiramos todas y todos.