Aumenta la tensión en Israel tras el asalto a la flota humanitaria 'Flotilla de la Libertad' destinada a Gaza. Una parlamentaria árabe-israelí, Haneen Zuabi, que fue detenida en la flotilla intentó pronunciar un discurso en el Parlamento al ser liberada, pero los diputados opositores la interrumpieron.
“Los militares israelíes apagaron la cámara, nos desconectaron de los satélites”, contó la activista a los periodistas después. “No dejaban filmar a los periodistas ni a los pasajeros. Me pregunto ¿Por qué se publicó sólo la documentación donde se ve a israelíes heridos? ¿Por qué en ninguna parte se ven los cadáveres de los otros?”
Los activistas contaron qué pasó durante el asalto y cómo el trato recibido más tarde por las autoridades israelíes. Los que procedían de países que no tienen relaciones diplomáticas con Israel fueron deportados a Jordania en autobuses. Ningún abogado estuvo presente durante tal operación.
“Sí, abrieron fuego”, dijo el miembro del convoy humanitario, Hasan Rifai. “Utilizaron cartuchos de guerra. Incluso hirieron a algunos en la cabeza. Es lo que hicieron con aquellos que les opusieron resistencia”.
“Había militares de diferentes unidades”, añade el director de la comisión de ayuda a los palestinos, Yusef Ben Dirbal. “Nos registraron varias veces. Era muy humillante. No nos dejaban que nos comunicáramos, nos habían separado”.
En Turquía, miles de personas participaron en los funerales de las víctimas del asalto israelí. Mientras tanto, el presidente del país, Abdullah Gül, afirmó que Ankara "nunca perdonará este ataque a sus ciudadanos" y que "nada será como antes en las relaciones con Israel".
El ataque a la flotilla de paz ha atraído la atención hacia el bloqueo de la Franja de Gaza. El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió a Israel levantar “inmediatamente" el bloqueo de Gaza. Mientras el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, insistió en que el caso se debe investigar.
“Consideramos que es necesario realizar una investigación de lo que pasó”, dijo Lavrov. “Quiero subrayar que la flotilla fue atacada en aguas internacionales. En cuanto al problema de Gaza, ya hemos declarado varias veces que el bloqueo es inaceptable”, agregó.
Por su parte, Israel afirmó que Gaza sigue siendo una zona en guerra, y que si alguien quiere prestar ayuda humanitaria deberá hacerlo por los canales oficiales que usa el país hebreo para estos fines.
“Cinco de los seis navíos fueron abordados de manera pacífica y escoltados con todo el respecto hacia nuestros puertos”, contó el viceministro de Exteriores israelí, Danny Ayalon. “Ahora procederemos a la inspección de sus cargas y, si son legales, continuarán su camino a Gaza. Sin embargo, en un barco unos mercenarios, que no tienen nada que ver con los activistas por la paz, atacaron a nuestros soldados. Es muy importante precisarlo”.
“Gaza nos atacaba, su territorio está ocupado por una organización terrorista, Hamás, ayudada por otros extremistas de la región”, continuó el político. “Atacan a nuestra población, a los civiles. Es una zona de guerra. Sin embargo, seguimos suministrando todo tipo de ayuda humanitaria a Gaza, en particular, corriente eléctrica, agua, alimentos y medicamentos. Por eso les dijimos a los organizadores de la flotilla: Si realmente quieren prestar ayuda humanitaria, únanse a nosotros, vamos a trabajar con ustedes, sólo dejen comprobar que en los barcos no hay armas ilegales para Hamás. Trabajemos juntos usando canales apropiados como la Cruz Roja. Es decir, sin duda alguna, fue una provocación”, resumió Ayalon.