Cinco diputados de varios partidos de la Duma Estatal planean dirigirse a la Fiscalía General para revisar la legitimidad de las decisiones tomadas por las entonces autoridades soviéticas en vísperas de la dramática disolución del país.
Según los autores de la iniciativa, Gorbachov debe ser reconocido culpable de la formación del Consejo de Estado de la Unión Soviética, un organismo que consideran ilegal desde el punto de vista de la vigente legislación, y que estaba integrado por el mismo presidente de la URSS y sus partidarios.
En 1991 este Consejo, que desempeñaba funciones como máximo organismo del Estado, reconoció la independencia de tres repúblicas bálticas, pese a que no tenía estas competencias. Los diputados señalan que estos crímenes no tienen caducidad y que Gorbachov no tiene inmunidad penal.
En su declaración los diputados, integrantes de las fracciones de Rusia Unida, el Partido Comunista y el Partido Liberal-Democrático,
recuerdan que en 1991 la Fiscalía General de la URSS ya abrió una causa penal contra el primer presidente soviético, pero que al día siguiente la decisión fue cancelada.
Hoy en día Gorbachov ve la crítica de sus acciones en relación a la desintegración del país soviético con la misma ironía
que hace más de veinte años. "Es una iniciativa completamente mal concebida y desde el punto de vista de los hechos históricos es infundada. Si se trata de envidia, entonces no hay nada que envidiar", resumió, indicando que sospecha que lo único que buscan estos diputados es hacerse publicidad.