Hillary Clinton, cuyo discurso sobre reciclaje de metales fue interrumpido, se agachó para evitar ser alcanzada por el objeto y no sufrió ningún daño. "Dios mío, no sabía que el manejo de residuos sólidos era una cuestión tan conflictiva", dijo la política, haciendo reír al público.
Clinton no ha sido la única política agredida con calzado: en 2008 un periodista iraquí tiró sus zapatos al entonces presidente George Bush durante su visita a este país oriental.