El político ruso condenó la idea del envío de observadores de las Naciones Unidas como un posible remedio contra los problemas existentes. "Como regla general, la llegada de tropas de paz no resuelve nada –dijo–, lamentablemente, solo suelen alargar el problema".
Las autoridades en Kiev, en su opinión, deben reconocer la realidad, ocuparse de su propio país y no apelar a unos mandatos del exterior, incluido el mandato de la ONU".
Por parte de la Unión Europea y Estados Unidos, adelantó Medvédev, hemos visto unas promesas infinitas: "Prestaremos mil millones, transferiremos 5.000 millones de dólares, pero ¡que den algo ya! Es que nosotros dimos 3.000 millones de dólares, hemos mantenido un descuento para el gas por largo tiempo".
Horas antes el primer ministro ruso publicó su visión de la crisis ucraniana y sus orígenes en su página personal en la red social Facebook.
"De nuevo se ha derramado sangre en Ucrania. El país está vislumbrando una guerra civil", admitió el político. "Es muy lamentable. La causa de la tragedia ucraniana es que las autoridades legítimas ni intentaron mantener el orden en las regiones cuando empezó allí la toma de recintos administrativos. Por eso aquella autoridad fue multiplicada por cero".
Medvédev pidió asimismo que la comunidad internacional deje al pueblo de Ucrania elegir su futuro por propia voluntad: "Sin los impostores, nacionalistas y bandidos, sin los tanques y vehículos blindados". "Y sin las visitas secretas del director de la CIA", agregó en referencia a un reciente viaje a Kiev de John Brennan, confirmado este lunes por la Casa Blanca.