El experto señaló que los proyectos estadounidenses podrían conllevar la extinción del salmón del Pacífico que habita en el Oriente Lejano ruso.
"Nos referimos a la modificación genética del salmón del Atlántico emprendida por los científicos estadounidenses para que alcance 1,5 metros de largo y un peso de 60 kilogramos en 18 meses", contó Kim.
Según el experto, citado por la agencia PrimaMedia, la amenaza consiste en que los salmones modificados cuentan con una gran inmunidad que los capacita para convertirse en portadores de un virus peligroso sin daño alguno para sí mismos.
El virus es el de la anemia infecciosa del salmón (ISA), que conlleva la muerte del pez en el curso de 10 días después de la infección.
"El salmón silvestre del Oriente Lejano no es inmune a esta enfermedad, y EE.UU. lo sabe. Su objetivo es devastar el mercado ruso", expresó el experto.
El virus no amenaza a los humanos, pero la modificación genética que hace que el salmón del Atlántico sea inmune al virus, así como las sustancias anabolizantes en el pez, podrían afectar la salud humana de manera imprevista.
Según Kim, el salmón del Pacífico comparte algunas zonas de alimentación con el del Atlántico, donde puede ocurrir el contagio.
Mientras tanto –sostuvo– EE.UU. prácticamente ha agotado sus reservas de salmón silvestre, con la excepción de Alaska, y el mercado es dominado por Rusia.
"Contamos con la mayor población de salmones silvestres, que alimentan tanto a Rusia como al sureste de Asia", añadió el experto.