Snowden, el periodista Glenn Greenwald y la documentalista Laura Poitras lo utilizaron, entre otros motivos, porque Tails no almacena datos localmente, lo que lo hace prácticamente inmune al software malicioso, indica el sitio web. Además, no solo protege a los periodistas, sino también sus fuentes.
Según explicó Poitras a Wired, es necesario aprender a instalarlo de manera correcta, pero una vez en marcha Tails es "muy fácil de usar".
Cuando el usuario quiere dejar de emplear este sistema antiespionaje, simplemente debe reiniciar su PC con el sistema operativo normal y ningún dato de la sesión previa con Tails podrá ser rastreado.
¿Quién está detrás?
Los desarrolladores de Tails son, como cabe esperar, anónimos. De este modo pueden proteger sus identidades para ayudar, en cierta medida, a proteger también el código de la interferencia de Gobiernos, agencias de inteligencia y empresas."Los dueños de Internet, es decir, los gigantes del mundo del 'marketing' como Google, Facebook y Yahoo, y las agencias de espionaje quieren que nuestras vidas sean cada vez más y más transparentes en línea, y solo buscan beneficiarse de ello", afirma el equipo de Tails.
El grupo comenzó a trabajar en el proyecto hace cinco años. "Entonces algunos ya éramos entusiastas de Tor y habíamos participado en comunidades de software libre durante años", asegura uno de los integrantes del equipo. Sin embargo, sintieron que faltaba "una caja de herramientas que reuniera todas las tecnologías que potencian la privacidad", por eso precisamente crearon Tails.