En Argentina empezó el juicio de implicados en la 'Operación Cóndor'
El pasado jueves en el banquillo de los acusados de los Tribunales Federales de Retiro, comparecieron ex miembros de los servicios de Inteligencia argentinos Raúl Guglielminetti y otros cuatro acusados de crímenes de lesa humanidad, cometidos durante la dictadura militar en este país.
En la causa están imputados el coronel retirado Rubén Visuara, el general retirado Eduardo Cabanillas, el ex agente civil de Inteligencia del Ejército, Raúl Guglielminetti y los ex agentes del Servicio de Inteligencia del Estado (SIDE), Honorio Martínez Ruiz y Eduardo Ruffo.
Los cinco deberán responder por 65 crímenes de lesa humanidad cometidos en ese centro que operaba con la máscara de ser un taller mecánico - un centro clandestino de detención, conocido como 'Automotores Orletti'.
Orletti y otros centros de tortura similares fueron montados en el marco de la tristemente famosa 'Operación Cóndor', que coordinó la represión ilegal de las dictaduras del Cono sur en la década de 1970, para capturar y eliminar a izquierdistas exiliados en Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia y Brasil, países dominados en aquel entonces por dictaduras militares.
El fiscal federal Federico Delgado dijo ante el tribunal Federal Número 1 que Orletti era un “enclave del terror que no lo conducía una horda desbocada, sino algo calculado y planificado que convertía a los prisioneros en condenados a muerte, donde reinaba la cultura de la crueldad, la corrupción degradante del poder sin límites''.
Los presos atados y con los ojos vendados eran arrojados sobre el suelo manchado de aceite entre coches descompuestos y maquinaria en Orletti. Los motores eran encendidos para apagar los gritos de los prisioneros sometidos a la picana eléctrica o levantados sobre poleas y luego sumergidos de cabeza en el agua, método conocido como 'el submarino'.
Allí estuvo detenido Marcelo Gelman, hijo del poeta argentino Juan Gelman. Su cuerpo apareció dentro de un tambor con cemento en el río Luján. El joven fue secuestrado junto a su mujer, quien estaba embarazada de siete meses. Ella fue trasladada a Uruguay y aún permanece desaparecida.
Unos 13.000 disidentes políticos desaparecieron durante la dictadura en Argentina (1976-1983), según datos oficiales, aunque los defensores de derechos humanos afirman que se trata de unos 30.000 desaparecidos.