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El número de ejércitos fuera de la ley crece a pasos agigantados en Ucrania
El número de grupos armados en Ucrania crece a pasos agigantados, aumentando la probabilidad de que en el país estalle un conflicto bélico entre varios bandos.
Tan pronto como las nuevas autoridades de Kiev formaron la llamada Guardia Nacional, integrada por habitantes del oeste de Ucrania de ánimos nacionalistas, el Ministerio del Interior anunció en su cuenta de Facebook la formación en sus filas de una nueva estructura: el cuerpo de Destacamentos Especiales de Protección del Orden Público.
Recientemente, la líder del partido Batkivschina (cuyo representante, Arseni Yatseniuk, ocupa el cargo de primer ministro), Yulia Timoshenko, conocida por sus llamamientos a matar a los rusos, anunció esta semana la formación de un 'Movimiento Nacional de Resistencia', integrado por militares retirados, entre ellos exefectivos de comandos especiales.
Igual que durante los años de la guerra civil de 1918-1922 en el territorio del extinto Imperio ruso, crece el número de ejércitos o bandas locales. Por ejemplo, asignado por las autoproclamados autoridades de Ucrania para el cargo de gobernador de la región de Dnepropetrovsk, el oligarca Ígor Kolomoiski comenzó la creación de su propio batallón especial llamado 'Dnepr'.
Curiosamente, este tipo de iniciativas son apoyadas por el ministro del Interior, Arsén Avákov, quien ayer anunció la decisión de crear un cuerpo de fuerzas especiales dentro de su ministerio a partir de agrupaciones civiles (supuestamente de activistas del llamado 'Maidán') que extienda sus actividades a todo el país y que estaría formado por 12.000 efectivos.
Según Avákov, el ministerio que encabeza está dispuesto a proporcionarles armas y equipos, así como a asignarles oficiales profesionales.
Y ahora las actuales autoridades de Kiev crean fuerzas armadas adicionales, que se subordinarán directamente a los gobernadores regionales, asignados por el poder de facto central pero no reconocidos por la mayor parte de habitantes en las regiones del sur y del este del país. Aparentemente, detrás de ello hay dos razones. En primer lugar, el gobierno central no cuenta con fondos y recursos necesarios. Y en segundo lugar, existen serias razones para pensar que los clanes oligárquicos ya han repartido el territorio del país y ahora quieren disponer de sus propios ejércitos.
Y no tendrán problemas en adquirir o robar armas para ello. Desde la época soviética, las tropas de la URSS acuarteladas en Ucrania y Bielorrusia (es decir cerca de la frontera con la OTAN) disponían de mayor cantidad de armas y arsenales.
Recientemente, la líder del partido Batkivschina (cuyo representante, Arseni Yatseniuk, ocupa el cargo de primer ministro), Yulia Timoshenko, conocida por sus llamamientos a matar a los rusos, anunció esta semana la formación de un 'Movimiento Nacional de Resistencia', integrado por militares retirados, entre ellos exefectivos de comandos especiales.
Igual que durante los años de la guerra civil de 1918-1922 en el territorio del extinto Imperio ruso, crece el número de ejércitos o bandas locales. Por ejemplo, asignado por las autoproclamados autoridades de Ucrania para el cargo de gobernador de la región de Dnepropetrovsk, el oligarca Ígor Kolomoiski comenzó la creación de su propio batallón especial llamado 'Dnepr'.
Curiosamente, este tipo de iniciativas son apoyadas por el ministro del Interior, Arsén Avákov, quien ayer anunció la decisión de crear un cuerpo de fuerzas especiales dentro de su ministerio a partir de agrupaciones civiles (supuestamente de activistas del llamado 'Maidán') que extienda sus actividades a todo el país y que estaría formado por 12.000 efectivos.
Según Avákov, el ministerio que encabeza está dispuesto a proporcionarles armas y equipos, así como a asignarles oficiales profesionales.
Y ahora las actuales autoridades de Kiev crean fuerzas armadas adicionales, que se subordinarán directamente a los gobernadores regionales, asignados por el poder de facto central pero no reconocidos por la mayor parte de habitantes en las regiones del sur y del este del país. Aparentemente, detrás de ello hay dos razones. En primer lugar, el gobierno central no cuenta con fondos y recursos necesarios. Y en segundo lugar, existen serias razones para pensar que los clanes oligárquicos ya han repartido el territorio del país y ahora quieren disponer de sus propios ejércitos.
Y no tendrán problemas en adquirir o robar armas para ello. Desde la época soviética, las tropas de la URSS acuarteladas en Ucrania y Bielorrusia (es decir cerca de la frontera con la OTAN) disponían de mayor cantidad de armas y arsenales.
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