Sam Brentano, presidente de la junta de comisionados del condado de Marion (estado de Oregón), comunicó el miércoles que la junta está tomando medidas inmediatas para prohibir el tejido humano en las entregas futuras a la planta, la cual convierte desde el año 1987 los residuos en energía, reporta Associated Press.
Kristy Anderson, portavoz del Ministerio de Salud de Columbia Británica (una provincia de Canadá), donde se originaban las cajas con desechos médicos, admitió que las autoridades de salud regionales tienen un contrato con una empresa que envía los desechos biomédicos como tejido fetal, canceroso y miembros amputados a Oregón, donde se incineran en la planta de conversión de residuos en energía, informa el medio.
The B.C. Catholic, un periódico con sede en la ciudad canadiense de Vancouver, identificó la planta como Covanta Marion, en la ciudad de Brooks, en el condado de Marion (Oregón). Un representante de la planta, por su parte, dijo que no sabía si el tejido fetal estaba incluido en los envíos desde Canadá o desde algún otro lugar.
Un caso parecido fue reportado hace poco en el Reino Unido, donde los restos de miles de niños abortados fueron incinerados en plantas que convierten los residuos en energía para la calefacción de los hospitales.