"En conversaciones privadas, tanto los europeos como los estadounidenses cuando están a solas con un interlocutor ruso dan cada vez unas valoraciones más adecuadas de la situación en Ucrania y la lamentan pero, igual que en muchos otros casos, cuando ya han apostado públicamente por alguien les cuesta mucho dar un paso atrás. Ellos desde el principio, en este caso concreto un principio malinterpretado, luchan por llevar su proyecto a cabo, a pesar de todo", acentuó el ministro ruso de Exteriores.
"Todo el poder de la propaganda estadounidense ha sido dirigido a representar a la población rusófona en Ucrania como enemigos a quien se debe matar", ha insistido Lavrov. "Rusia contribuirá a apaciguar la situación en Ucrania, pero no acepta demandas unilaterales. En primer lugar, me refiero a EE.UU. que tiene una increíble capacidad de ponerlo todo 'patas arriba'", añadió.
Lavrov comentó que Rusia seguirá insistiendo en que se cumplan los compromisos conseguidos el pasado 17 de abril en Ginebra en cuanto al conflicto ucraniano y resistirá a cualquier intento de tergiversarlos. "En vez de insistir en desarmar al Sector Derecho y otros grupos radicales, EE.UU. declara que todo lo que hacen las autoridades ucranianas es legítimo. En vez de esto nos dicen: ustedes, Rusia, deben retirarse de los edificios administrativos tomados por los grupos de autodefensa en Donetsk, Lugansk, Sláviansk y otras ciudades del sureste de Ucrania", puntualizó el jefe de la diplomacia rusa y subrayó que los acuerdos de Ginebra suponen obligaciones iguales para todas las partes, sea retirarse de los edificios tomados ilegalmente o desarmar a las agrupaciones ilegales.
"Lo que hace ahora Kiev es una acción punitiva
y un crimen sangriento contra su propio pueblo, por el que deberán responder", puntualizó en referencia al uso del Ejército contra los rebeldes prorrusos.