Una de las activistas del mitin 'Por una vida digna', Irina Bogdanets, afirmó que "la última semana la vida en Ucrania se hizo insoportable". Según la mujer, "los precios de los alimentos se han duplicado, los costos de los medicamentos han aumentado un 50%, los servicios públicos y el precio del gas un 50%", dijo y añadió que lo que sucede hoy en Ucrania "es un holocausto del siglo XXI".
No tendremos comida para alimentar a nuestros hijos, nos esperan revueltas de hambrientos
De hecho, la vida en el mismo Kiev se ha estancado y se cuela el aire de nerviosismo por incertidumbre. Muchos de los ciudadanos dejaron de ir a las cafeterías o las peluquerías, los hoteles permanecen vacíos, la mayoría de los trabajadores de servicios públicos se quedaron sin empleo. En las últimas semanas en la capital se cerraron alrededor de 50 restaurantes y cafeterías. Los analistas pronostican que para el fin de año otros 200 restaurantes cerrarán sus puertas, publica el diario ruso 'Vzgliad'.
Uno de los indicadores más claros de la caída de la calidad de vida es el aumento de precios de los alimentos, que han subido un promedio de un 25%. Muchos de los bienes importados se encarecieron al doble por el colapso de la moneda nacional, la grivna. Según el Servicio de Estadística de Ucrania, en marzo la inflación se aceleró hasta el 2,2%, muy por encima del 0,6% de febrero.
"La situación es extremadamente amenazante. Mañana no tendremos comida para alimentar a nuestros hijos, por lo que nos esperan revueltas de hambrientos", advirtió el candidato presidencial, Serguéi Tiguipko.