La ISAF no dio más detalles en el comunicado emitido tras el accidente, aunque aseguraron que se estaban examinando las circunstancias del siniestro.
Este tipo de accidentes es relativamente frecuente en Afganistán, donde las fuerzas de la coalición dependen en gran medida del transporte aéreo.
Las fuerzas extranjeras deben traspasar la responsabilidad de la seguridad a sus homólogos afganos a finales de 2014.
El último gran accidente de helicóptero tuvo lugar en diciembre del año pasado, cuando siete estadounidenses y cuatro afganos murieron.
En agosto de 2011 los talibanes derribaron un helicóptero Chinook estadounidense cerca de Kabul, matando a 30 estadounidenses y ocho afganos en el incidente más mortífero para las tropas estadounidenses desde que comenzó la guerra.