Además de las ciudades, las fotografías de espías espaciales revelaron vestigios de carreteras, canales y otras ruinas.
En las últimas décadas, los arqueólogos han utilizado a menudo imágenes desclasificadas de satélites militares para detectar sitios arqueológicos en Irak, Turquía y Siria, informa National Geographic.
Pero las imágenes del proyecto Corona Atlas del Oriente Medio, que se dieron a conocer el pasado jueves en una reunión anual de arqueólogos estadounidenses, elevan la ciencia del espionaje a un nuevo nivel.
La topografía del terreno de Egipto a Irán, que abarca todo el llamado 'Creciente Fértil' –la reconocida cuna de la civilización y de algunas de las primeras ciudades de la humanidad, situada entre el Levante mediterráneo, Mesopotamia y Persia–, revela numerosos sitios que se habían perdido en la historia.
"Algunos de estos sitios son gigantescos, y eran completamente desconocidos", señaló el arqueólogo Jesse Casana, de la Universidad de Arkansas, quien presentó los resultados.
"Podemos ver todo tipo de elementos, antiguos caminos y canales. Las fotografías ofrecen una imagen muy completa", precisó.
"Los sitios más grandes se encuentran en Siria y Turquía, y se cree que corresponden a ciudades de la Edad del Bronce que incluían muros y ciudadelas en ruinas. De hecho, dos de ellos ocupan más de 123 hectáreas", destacó.