La campaña se celebra bajo lemas como "La victoria de mi abuelo es también mi victoria", "¡Tengo memoria! ¡Tengo orgullo!", "Somos herederos de la Gran Victoria", o "Gracias, abuelo, por la Gran Victoria", entre otros.
La cinta de franjas naranjas y negras, los colores de la cruz de San Jorge, era el más valorado galardón militar entre los soldados del Imperio ruso, y más tarde pasó a representar la Orden de la Gloria, que se concedía también a los soldados durante la Segunda Guerra Mundial.
Y estos días la portan con orgullo los descendentes de aquellos soldados en todos los países que antes formaban parte de la Unión Soviética. Excepto en Ucrania, donde el mero hecho de llevarla puede provocar un ataque por parte de ultranacionalistas. Son sus antepasados los que perdieron aquella guerra, pero lamentablemente son ellos los que imponen las reglas de juego en algunas partes del país.