"Por desgracia, la máquina de información de nuestros colegas occidentales está trabajando a plena capacidad. Esta refracción de la opinión pública la quieren crear los estadounidenses, y lo hacen, porque lo que les preocupa en primer lugar no es el destino de Ucrania, sino su deseo de demostrar que lo que ellos decidan, debería aplicarse siempre y en todo lugar", aseveró Lavrov durante una rueda de prensa en la capital chilena Santiago en el marco de su gira por Latinoamérica, informa Interfax.
El canciller ruso afirmó que se trata de una mentalidad y lógica obsoleta, con la que los norteamericanos no van a progresar mucho y, en general, ya se ven atascados.
"De ese despecho emanan sanciones que, en general, carecen de sentido", añadió el jefe de la diplomacia rusa.
"No vamos a hacer lo mismo y en esta etapa todavía queremos dar a nuestros socios una oportunidad de calmarse", especificó Lavrov, quien añadió que en caso de otros intentos de usar contra Rusia las palancas económicas, la situación va a estudiarse más minuciosamente.
El ministro mencionó que sería mejor si EE.UU. se ocupara de disciplinar a las personas que llevaron al poder en Ucrania, "aquellas que se declararon a sí mismos como ganadores de la revolución democrática e inmediatamente derrocaron al presidente legítimo en el Parlamento rompiendo el acuerdo del 21 de febrero, que no cumplen con ninguna de esas obligaciones y están respaldadas por una coalición que incluye radicales abiertos, extremistas condenados incluso por la UE en 2012, cuando el partido Svoboda entró por primera vez al Parlamento".
Actualmente, los europeos no recuerdan este último hecho y "cooperan, en esencia, con aquellas personas", concluyó Lavrov.