¿Cómo pudo ocurrir que un partido de fútbol desembocara en la muerte de 46 personas —unos quemados vivos, otros por arrojarse desde las ventanas intentando escapar de las llamas, o asfixiados debido a la combustión de una sustancia desconocida— mientras que otras 200 resultaron heridas? La cadena rusa 'Perviy canal', que ha analizado decenas de videos y de fotos colgadas en la Red en el marco de una investigación propia, enumera los ingredientes que desataron la tragedia.
En medio de las tensiones regionales, las autoridades de Odesa permiten que se celebre un partido de fútbol, evento al que al que, sin duda, asistirían miles de hinchas, muchos de los cuales son ultraderechistas y partidarios de las autoridades autoproclamadas. A ello se une el permiso otorgado a un grupo de fanáticos para realizar una marcha por la ciudad en apoyo a la unidad del país.
En los videos se puede ver a representantes de un colectivo armados con palos y barras de metal que, aparte de las cintas de san Jorge, llevan un distintivo muy llamativo consistente en una tira de color rojo. Las autoridades los tachan de integrantes de formaciones armadas prorrusas…
Pero es aquí cuando quedan patentes algunas contradicciones. No en vano, en las imágenes se observa que estas bandas las llevan no solo estos agresores, sino también los agentes del Ministerio de Interior. Es más, estas personas con cintas rojas pasan sin ningún obstáculo los controles policiales.
Mientras, un oficial, que, como indica su uniforme, pertenece al Ministerio del Interior, da instrucciones a los atacantes: "Tenemos que entender claramente lo que hace cada unidad. Todos corren pero ¿hacia dónde? Por eso siempre surgen problemas".
Uno de los individuos más contradictorios es un hombre con chaleco antibalas llamado Mikola que encabeza un grupo de radicales que hace poco ha llegado a Odesa desde Kiev. "Tienen armas, son agresivos, tienen artefactos pirotécnicos. Y mis chicos han venido con las manos vacías. Cuatro personas han resultado heridas, yo también", denuncia Mikola ante las cámaras de la televisión sobre los partidarios de la federalización. Unas palabras que resultan poco creíbles, ya que en otras imágenes observamos como él y sus agentes, los que supuestamente no iban armados, abren fuego contra los que trataban de huir de la incendiada la Casa de los Sindicatos.
En numerosos videos se aprecia cómo los ultras persiguen a los partidarios de la federalización hasta el edificio después de haber desalojado y quemado sus campamentos. El miedo obliga a los activistas a esconderse en la sede sindical... donde también entran los radicales. La cámara capta el momento en el que uno de ellos muestra una bandera ucraniana desde una de las ventanas, precisamente la habitación desde la que luego se propagaría el incendio. Desde fuera los ultras lanzan cocteles molotov.
A los que escapan de ese infierno les disparan los extremistas. Los que no fallecen por heridas de bala, son golpeados hasta la muerte por los radicales. Horas después, el ministerio del Interior afirma que aquellos que perecieron en las llamas fueron los que habían provocado el incendio.
La investigación sobre lo ocurrido en Odesa ahora queda en el aire, mientras que la única medida decretada de momento por las autoridades, ha sido la sustitución de algunos altos mandos de la policía de la ciudad.