"Hay que resolver la crisis pacíficamente, y yo estoy dispuesto a participar en este proceso si es necesario", manifestó Ban Ki-moon este lunes.
Las declaraciones del secretario general de la ONU fueron hechas con el telón de fondo de la operación de castigo emprendida por las autoridades de Kiev contra los partidarios de la federalización en el sureste del país.
A partir de marzo, en varias ciudades del sureste de Ucrania –en particular en Donetsk, Járkov, Lugansk y Kramatorsk– los partidarios de la federalización empezaron a organizar manifestaciones y protestas contra las actuales autoridades ucranianas. A mediados de abril, Kiev lanzó una operación militar 'antiterrorista' que incluía actuaciones del Ejército contra la población civil.
La llamada 'operación antiterrorista' se saldó con varios muertos y heridos entre la población civil y las autodefensas. Uno de los acontecimientos más trágicos en este sentido tuvo lugar el 2 de mayo en la ciudad de Odesa, donde 46 personas murieron y más de 200 resultaron heridas como consecuencia de enfrentamientos callejeros entre los activistas 'anti-Maidán' y grupos de radicales progubernamentales que incendiaron intencionadamente la Casa de los Sindicatos, donde quedaron atrapados varios manifestantes pacíficos.