"Usamos Internet para ser nosotros mismos, pero los Gobiernos están convirtiendo la Red en una prisión", insta el video promocional de la acción. "Tenemos que detenerlos".
Como anuncian los activistas, "los espías del Gobierno tienen un punto débil: pueden 'hackear' a cualquiera, pero no pueden 'hackear' a todo el mundo".
Para hacer frente común contra los servicios especiales, los activistas anti-NSA proponen "un plan muy simple": restablecer paso a paso la seguridad de la Red con sus propias fuerzas, distribuyendo software que bloquea las intercepciones –como aplicaciones móviles que codifican los datos– y cerciorándose de que las conexiones a Internet son seguras.
"En la NSA dependen de la recolección de datos vulnerables. Ellos dependen de nuestros errores, errores que podemos evitar", resumen.
Para llevar a cabo la acción se eligió el 5 de junio porque esa fue la fecha de la fuga del exempleado de la CIA Edward Snowden, que hizo revelaciones sobre el espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés), y que debido a ello fue calificado de traidor por Washington.