No es Putin quien "tira el mundo al pasado", sino Obama quien continúa hablando y actuando como si fuera el año 1991
La Administración estadounidense trata de poner buena cara al mal tiempo, acusando a Rusia de que "se comporta como si estuviéramos en el siglo XIX" (así lo dijo en marzo el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry), pero en realidad, escribe Posner, no es el presidente Putin quien "lleva el mundo al pasado", sino que es Obama quien continúa hablando y actuando como si ahora fuera el año 1991.
Según el abogado, en la década de los 90 se hubiera podido hablar de un mundo unipolar, ya que el único contrapeso a la dominación estadounidense -la Unión Soviética- dejó de existir y EE.UU. era suficientemente fuerte para imponer sus condiciones a otros países.
En septiembre de 1990, George W. Bush anunció que en el mundo se establecía un "nuevo orden mundial" que se basaba en cuatro pilares: los tribunales internacionales, los derechos humanos universales, la justicia penal internacional y el comercio e inversión libres. Así -subraya Posner- el nuevo orden mundial liberal anunció el estado de derecho internacional. Pero por diversas razones, entre ellas por culpa de los mismos Estados Unidos, con el paso del tiempo este sistema demostró que es insostenible, dice el profesor.
"El orden liberal nacido después de la caída de la URSS se celebró en la falsa idea de que todas las naciones son iguales y siguen las mismas reglas, ya que reflejan los valores humanos universales. En realidad, estas reglas son las reglas de Occidente, y fue EE.UU. quien jugó el papel de presidente del Tribunal Supremo, que en algún momento no tuvo rivales por su fuerza. Pero ahora esta ilusión se ha desenmascarado y el mundo realmente se parece más a la forma en que se veía en el siglo XIX", indica Posner.
El nuevo orden multipolar ya se ha formado, pero EE.UU. todavía no lo ha entendido bien
De acuerdo con el abogado, si en el siglo XIX el Imperio Ruso, el Reino Unido, Francia, Italia, Japón y EE.UU. fueron "grandes potencias", en la actualidad esta lista incluye a EE.UU., China, Rusia y la Unión Europea. Posner cree que para evitar una posible guerra entre las grandes potencias, estas deben reconocerse unas a otras y actuar con el principio de igualdad.
Posner concluye diciendo que EE.UU. no se debe extrañar de que solo los pobres países africanos teman a los tribunales internacionales, y que Rusia o China tengan una política independiente sin someterse a la imposición de EE.UU. Según el profesor, el nuevo orden multipolar ya se ha formado, pero las autoridades estadounidenses todavía no lo han entendido bien.