Se trata de la primera vez que las autoridades niponas aplican la ley de control de armas de fuego a pistolas producidas con impresoras 3D, informa la agencia Kyodo.
El sospechoso, un hombre 27 años que trabaja en una universidad del país, fue detenido por fabricación y posesión ilegal de cinco armas de fuego. Los expertos dicen que dos de ellas son letales. El sospechoso insiste en que ignoraba que sus acciones constituyeran un delito. Compró la impresora legalmente por Internet por 600 dólares, descargó los planos de las armas y fabricó las pistolas en casa. La Policía no encontró cartuchos.
La Policía japonesa empezó a investigar al sospechoso tras hallar un vídeo suyo en Internet en el que muestra las pistolas y afirma haberlas creado con tecnología 3D.
Las impresoras de tres dimensiones últimamente han adquirido mucha popularidad en Japón. Se usan ya en diferentes campos para fabricar juguetes, piezas y accesorios.