Según la versión ofrecida al Parlamento por el presidente de la comisión, Guennadi Moskal, miembros de unas "entidades sociales que escaparon del control", sin precisar cuáles, podrían ser los autores de aquellos disparos. El ponente afirmó que el primer disparo estuvo dirigido contra los agentes de la Policía.
Ninguno de los rifles automáticos peritados coincide con las balas que impactaron contra las víctimas y dejaron sus huellas en los árboles y el pavimento de Maidán, admitió el investigador parlamentario. Al mismo tiempo, los investigadores no se apresuran a interrogar a los agentes policiales (fuera de la unidad especial) por miedo de provocar una desaprobación total en el Ministerio del Interior.
Debido a estos factores la causa contra los francotiradores corre el riesgo de quedarse sin resolver, "al igual que la del asesinato de John F. Kennedy, que están investigando hasta el día de hoy".
Moskal cree además que "cualesquiera fuerzas" podrían haberse unido al conjunto de los manifestantes opositores "con el pretexto de la lucha contra el régimen" para luego atacar.
El Gobierno autoproclamado ucraniano había acusado oficialmente a los efectivos de Bérkut y a los subordinados del presidente Víktor Yanukóvich de estar detrás de los disparos que dejaron casi un centenar de personas muertas en Kiev.
Esta versión fue puesta en tela de juicio en una conversación telefónica, interceptada por los agentes de seguridad ucranianos, entre el ministro de Asuntos Exteriores de Estonia, Urmas Paet, y la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton. Algunas fuentes a las que se refería el diplomático estonio confirmaban que los francotiradores de Kiev habían sido contratados por la oposición (quienes actualmente están en el poder).
"Es preocupante el hecho de que la nueva coalición no quiera investigar el asunto y ahora se hace más evidente que detrás de los francotiradores no estaba Yanukóvich, sino que había personas de la nueva coalición", dijo el funcionario.
Según el candidato presidencial Renat Kuzmín, las investigaciones de los hechos ocurridos en Maidán están estancadas deliberadamente. En su opinión, las autoridades ocultan incluso el número de los agentes policiales muertos aquellos días.