Todo ello, escribe Young, a pesar de los grandes esfuerzos de las 'animadoras' de los medios de comunicación que obedecen a Bruselas y que tratan de revertir la desconexión popular hacia estas elecciones.
"El concurso anual de Eurovisión nos ha presentado a alguien que tiene más reconocimiento que cualquier eurócrata", afirma el analista.
Unos 180 millones de personas vieron por televisión cómo una 'mujer barbuda' austriaca triunfaba en Eurovisión el fin de semana pasado. El alter ego de Thomas Neuwirth, Conchita Wurst, ganó el certamen y dedicó su victoria a "quienes creen en un futuro sin discriminación".
Tal vez veamos con elegantes y ajustados vestidos de lentejuelas a los principales candidatos [europeos] para llamar la atención en la campaña electoral
Conchita ha logrado entrar "en la conciencia pública para convertirse sin duda en una figura más reconocible para los votantes europeos que cualquiera de los principales candidatos al Parlamento Europeo", resalta el experto.
"¿Quién sabe? Tal vez en un esfuerzo por ser más reconocibles para los votantes, veamos con elegantes y ajustados vestidos de lentejuelas a los principales candidatos para llamar la atención en la campaña electoral. El líder socialista [alemán], Martin Schulz, ya tiene la barba", agrega.
Según el analista, puede que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, le pida a la superestrella Conchita que le reemplace.
"Al menos la gente sabe quién es", concluye Young.