El asunto de las drogas ilegales es el tercero de los seis puntos que incluye la agenda de las negociaciones de paz y, tras este anuncio, se suma a los otros dos que ya han sido cerrados, la reforma rural y la participación política, señala el diario 'El Tiempo'.
Entre las cuestiones incluidas en la agenda que pretende poner fin a un conflicto que dura medio siglo todavía quedan pendientes por resolver el abandono de las armas, las víctimas y el mecanismo para refrendar un eventual acuerdo de paz.
"La meta acordada con las FARC es que Colombia sea un país libre de cultivos ilícitos", dijo el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, tras el acuerdo.
En primer lugar, destacó, se pondrá en marcha un "gran programa nacional de sustitución de cultivos y desarrollo alternativo, algo que hasta ahora no hemos podido realizar con completo éxito por causa del conflicto".
"Sin duda, el fin de la guerra nos permitirá concentrarnos en la lucha contra el crimen organizado, que será la única amenaza que tendremos si llegamos a un acuerdo final", agregó.
El portavoz del movimiento Marcha Patriótica, Javier Calderón, considera que, con el acuerdo entre las FARC y el Gobierno colombiano, el campesinado deja de ser el centro de la política de la guerra contra las drogas de EE.UU.
"Para nosotros la política de guerra contra las drogas solo le ha hecho daño a nuestros campesinos y no ha resuelto el problema del narcotráfico", señaló Calderón en RT.
Alto el fuego unilateral
El acuerdo sobre las drogas ilícitas se alcanzó horas después de que las FARC y otro grupo revolucionario armado, el Ejército de Liberación Nacional, anunciaran un alto el fuego unilateral del 20 al 28 de mayo con motivo de las elecciones presidenciales del próximo 25 de mayo en Colombia."Ordenamos a todas nuestras unidades frenar cualquier acción militar desde el 20 de mayo", dijo el dirigente de las FARC Iván Márquez.
Es la primera vez que las guerrillas anuncian una tregua en un periodo electoral.