Oposición iraní cancela protesta a un año de las elecciones
Irán conmemoró el primer aniversario de la controvertida victoria electoral del presidente Mahmud Ahmadineyad.
La oposición había convocado a manifestaciones multitudinarias pacíficas contra el gobierno iraní, pero dió marcha atrás por el temor a represalias.
Intimidado y debilitado, el movimiento opositor de Irán no pudo hacer nada ante las conmemoraciones oficiales del primer aniversario de la polémica reelección del presidente Mahmud Ahmadineyad, aunque el ambiente estuvo envuelto en una extraña tensión.
La oposición en Irán volvió a pedir más libertad y democracia, pero renunció a manifestarse para evitar una nueva ola de violencia.
“El régimen obliga a callar al pueblo, cierra los medios de comunicación, organiza elecciones como la que vimos el año pasado y llena las prisiones”, declaró el ex primer ministro Mir Hosein Musaví, principal rival de Ahmadineyad en los comicios de hace un año.
En un comunicado difundido por internet, Musaví afirmó que la falta de movilizaciones callejeras no significa que el movimiento opositor haya desaparecido e instó a sus seguidores a proseguir con la lucha por otros medios.
Musaví recomendó buscar otros métodos que eviten el riesgo de la confrontación directa, como la movilización a través de internet y las redes sociales, ya que mientras el movimiento siga vivo los actuales dirigentes se sentirán incómodos.
En vísperas del primer aniversario de las elecciones, la policía iraní alertó que se emplearía la fuerza para evitar cualquier concentración que no hubiera sido autorizada.
Teherán y otras grandes ciudades amanecieron tomadas por la policía antidisturbios y sobre todo por las milicias radicales de voluntarios islámicos ‘Basij’, claves en la represión de las cruentas protestas del año pasado.
Además, en las horas previas se realizaron detenciones de opositores, tanto en la capital como en la ciudad de Tabriz, al noroeste de Teherán.
Fuentes de la oposición informaron que una serie de enfrentamientos aislados estallaron al caer la noche cerca de la Universidad de Teherán, información que no ha sido ni confirmada ni desmentida por otros medios.
En 2009, murieron al menos 30 personas en la violenta represión de aquellas protestas, según fuentes oficiales. Cifras de la oposición consignan que perecieron cerca de 70 y miles más fueron arrestadas tras una protesta pacífica donde alegaban fraude en las elecciones del actual presidente del país.
Desde entonces, alrededor de un centenar han sido condenados a diversas penas de cárcel (incluso a la horca) acusadas de participar en una presunta conspiración urdida desde el exterior para derrocar el régimen.