Cuando fue designado nuevo director del FBI en septiembre del año pasado, James Coney generó muchas expectativas sobre una nueva época de la institución, según el diario 'New York Times'. No obstante, al parecer el FBI seguirá siendo el servicio de "inteligencia nacional", como la denomina Mike German, de la Universidad de Nueva York, en el cual se convirtió después del 11 de septiembre de 2001, en vez de investigar crímenes, su actividad más tradicional.
El antecesor de Coney, Robert Mueller, ocupó el puesto días antes de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y dedicó la gestión de la oficina a la lucha contra el terrorismo, coincidiendo con la principal meta del expresidente de EE.UU. George Bush hijo. En cambio, Coney, quien fue subsecretario de Justicia de EE.UU. entre los años 2003 y 2005, protagonizó algunos debates sobre la política antiterrorista del Gobierno de George Bush, cuestionando en particular los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional.
Unas semanas después de ser designado director del FBI, Coney declaró ante el Congreso de EE.UU. que los ciberataques podrían convertirse en una amenaza a la seguridad nacional mayor que Al Qaeda. Ahora James Coney ha reconocido que a pesar de la eliminación del líder de la organización terrorista, Osama bin Laden, la amenaza que representan las múltiples ramas de la banda en África y Oriente Próximo es mucho más peligrosa de lo que pensaba. "Son tanto mucho más numerosas como mucho más fuertes de lo que aprecié", confesó durante una entrevista a 'The New York Times'.
En varias entrevistas, Comey ha asegurado que mientras la amenaza de Al Qaeda era limitada en Pakistán o Afganistán, había vuelto a surgir en el norte de África, Yemen y EE.UU. El riesgo es persistente en lugares como Siria, Yemen y África, lo que impide al FBI "dejar de hacer lo que ha estado haciendo y cambiar su modelo", afirma Rick Nelson, exfuncionario antiterrorista de alto rango del FBI citado por 'The New York Times', argumentando que es algo que limitó las oportunidades de Comey en el FBI.