"Igual que cualquier otra revolución, el Euromaidán surgió de manera espontánea pero lógica. En otras palabras, se podía evitar, pero surgió debido a una suma de factores que desde hacía tiempo se estaban 'sazonando'. Los escenarios del desarrollo de la situación dependían de sus activistas. Y ellos, ya fuera premeditadamente o no, optaron por el peor escenario posible. El Euromaidán no resolvió ninguno de los problemas que sacudían el país, sino que generó muchos más: abrió la caja de Pandora de la que salieron todo tipo de desgracias que empezaron a caer sobre Ucrania", insiste el analista político Maxim Artémiev.
En su columna para la edición rusa de la revista 'Forbes', Artémiev invita a las nuevas autoridades de Kiev a analizar objetivamente los factores que sumergieron el país en el caos y la guerra civil y enumera, desde su punto de vista personal, cuáles son los principales errores cometidos por la oposición que llegó al poder.
1. La destitución forzosa e ilegal del presidente Víktor Yanukóvich genera motivos para que se repita la misma situación, aunque esta vez bajo otros lemas. Es imposible convencer a los habitantes de Donetsk y Lugansk de que Kiev tiene derecho a desplazar el poder con las armas y ellos no.
2. La demonización de Yanukóvich creó la falsa impresión de que él personalmente era el responsable de todos los males que sufría el país y de que una vez destituido todo iría mejor. En realidad, el Gobierno de Yanukóvich, con su corrupción y nepotismo, no era muy diferente al de muchos otros países.
3. La chispa que provocó el movimiento popular contra Víktor Yanukóvich fue su negativa a firmar el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea. Hoy en día la UE admite que hubo errores en la etapa de preparación del documento y el nuevo Gobierno ucraniano, el de Arseni Yatseniuk, ha firmado solo la parte política del texto, mientras que la aprobación de la parte económica a la que se oponía Yanukóvich se ha aplazado para un futuro indeterminado.
4. Condenar a las fuerzas del orden de Ucrania y especialmente al Bérkut por sus actuaciones durante las protestas de Kiev fue una decisión suicida que acabó con las bases del Estado. A los efectivos de seguridad les presionaban para que violaran los juramentos que habían prestado cuando entraron en el servicio, sin pensar que todo poder debe cumplir con las órdenes que recibe y que el Gobierno de aquel entonces había sido elegido democráticamente.
5. El principal resultado de la 'revolución' ucraniana fue el caos total de la Administración. La corrupción que florecía bajo Yanukóvich al fin y al cabo se regía por ciertas normas, mientras que la que existe actualmente es totalmente anárquica.
6. Los líderes de la oposición que tomaron el poder en Kiev dejaron la geopolítica en el olvido. En ninguno de sus discursos mencionaron cómo ven sus futuras relaciones con Rusia, como si Moscú, que es su mayor socio comercial y casi el suministrador del gas, no existiera.
7. La sociedad ucraniana siempre ha estado fragmentada, pero el Euromaidán prefirió ignorar la opinión de la parte de la población indiferente o contraria a las ideas que promovían las protestas en Kiev contra Yanukóvich. Cuestiones que preocupaban únicamente a los habitantes de la capital y de Ucrania occidental se presentaron como una causa nacional y, en consecuencia, los líderes opositores se posicionaron como representantes de todo el pueblo. Inevitablemente, por una parte esto socavó su capacidad de ver la situación objetivamente, y, por otra, arruinó la confianza de la gente.
8. El Euromaidán no hizo surgir una nueva generación de líderes políticos. De hecho, es representando por la misma élite que estaba en el poder bajo los Gobiernos anteriores. Alexánder Turchínov (el presidente) y Arseni Yatseniuk (el primer ministro) están en el Olimpo político desde hace muchos años y en numerosas ocasiones ocuparon los más altos cargos gubernamentales. Como resultado, esta élite no tiene influencia alguna sobre el núcleo armado de la protesta. En consecuencia, en vez de una transición controlada y legal de un poder a otro, los triunfadores se quedaron con la anarquía, la desintegración territorial del país y la guerra civil.
9. El hecho de que el poder lo ocupen los mismos políticos que han dirigido el país durante los últimos 30 años pone fin a las esperanzas de que Ucrania podrá tomar un nuevo rumbo. Es más: la revolución llevó al poder a los oligarcas en las regiones industriales claves, lo que entierra todas las perspectivas de cambio.
10. En vez de formar un Gobierno transitorio, la oposición formó 'un Gobierno triunfador'. Incluso después de que Yanukóvich abandonara el país habría podido suavizarse la situación y componer un gabinete de coalición que representara a todas las fuerzas políticas del país y, todavía más importantes, a todas las regiones. En realidad tuvo lugar todo lo contrario: la composición del nuevo gabinete de ministros dejó muy claro a quién pertenece este Gobierno y causó miedo en las provincias del sureste.