Kirguistán amplia área del estado de excepción
Las autoridades de Kirguistán han extendido el área del estado de excepción y decretaron la movilización parcial de fuerzas militares de reserva para detener el caos que reina en el sur del país.
Los enfrentamientos entre las dos mayores etnias del país centroasiático —los kirguisos y los uzbecos—, que empezaron en la noche del viernes, ya han dejado un saldo de casi 114 muertos y unos 1.500 heridos, según los últimos datos. Tras comenzar en la segunda ciudad más grande de Kirguistán, Osh, los disturbios el sábado se extendieron al norte, a la región de Jalal-Abad.
“Dados los disturbios incesantes, para la seguridad de los ciudadanos el estado de excepción será introducido a lo largo de la región de Jalal-Abad y el toque de queda se efectuará desde las 18:00 a las 6:00 horas. El estado de excepción continuará hasta el 22 de junio”, reza el decreto del gobierno interino emitido hoy domingo.
A pesar de la declaración del estado de excepción y el toque de queda en algunas ciudades, los enfrentamientos sangrientos no cesan y la nación está al borde de una guerra civil.
Según informes, al menos 3 mil jóvenes avanzan por las calles de Jalal-Abad, saqueando tiendas y encendiendo viviendas. Algunos de ellos portan armas de fuego. Demandan que se deporten a los uzbecos. Se oyen disparos.
Los uzbecos, la segunda étnia más grande en Kirguistán, levantan barricadas para afrontar a los kirguisos. La policía y las fuerzas militares patrullan la región en vehículos blindados, pero carecen de fuerzas para normalizar la situación.
Las autoridades federales ubicadas en Biskek declararon la movilización de hombres menores de 50 años de edad.
La población civil busca huir a Uzbekistán y los Gobiernos abrieron la frontera. Según datos de la Comisión Europea y de la Cruz Roja, más de 6 mil refugiados de Kirguistán ya cruzaron la frontera.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) anunció el envío al país de su representante especial con el fin de lograr un cese de los enfrentamientos.
La presidenta del gobierno provisional, Roza Otunbáyeva, solicitó el sábado ayuda a la comunidad internacional y la introducción de las fuerzas de paz en la región, dirigiéndose primeramente a Rusia.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, precisó que se trata de un conflicto puramente interno del país y que el envío de tropas pacificadoras a la zona puede ser realizado solamente en conformidad con la decisión de los secretarios de los Consejos de Seguridad de los países de la OTSC (Organización del Tratado de Seguridad Colectiva).
El gobierno provisional culpa del desorden al derrocado presidente Kurmanbek Bakíev, quien dejó el país en abril tras fuertes enfrentamientos entre sus partidarios y opositores. Bakíev renunció a su mandato y el poder fue traspasado al gobierno provisional, compuesto de varios partidos oposicionistas. Dentro de menos de 3 semanas en el país se celebrará un referéndum destinado a legalizar el nuevo poder que, cada vez, enfrenta más desafíos.