"Nos pareció que nos echaron en un hoyo. Además del oído y el tacto, no podíamos contar con nada, ya que en la cabeza teníamos bolsas, las manos estaban atadas con una cuerda y las piernas estaban atadas con una cinta. Luego nos metieron en una caja de metal e hicimos un viaje largo", contó Marat a LifeNews.
Teníamos las manos y los tobillos atados por detrás con una cinta, en la cabeza nos pusieron un saco apretado alrededor del cuello con una cinta, por lo que apenas podíamos respirar.Los periodistas contaron que los agentes del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) los aterrorizaban con presentar acusaciones de tráfico de armas.
"Claro que no teníamos nada parecido. Solo llevábamos tecnología audiovisual. Cuando estábamos esperando el helicóptero nos mostraron un sistema de defensa aérea portátil Igla y nos dijeron: 'sois rusos' y 'esta es una arma rusa'. Cuando nos estaban subiendo al helicóptero, vi que el arma estaba envuelta en una manta y la metían también en el helicóptero. Los militares estaban seguros de que habían detenido a terroristas separatistas que llevaban aquello consigo", contó Marat.
"Teníamos las manos y los tobillos atados por detrás con una cinta, en la cabeza nos pusieron un saco apretado alrededor del cuello con una cinta, por lo que apenas podíamos respirar. Yo estuve en un estado cercano a la locura, me sentía muy mal. Un par de veces me golpearon en la cabeza y me dieron patadas en la ingle", dijo Marat.
En Kiev los periodistas fueron sometidos a una fuerte presión psicológica. Las fuerzas de seguridad de Ucrania amenazaron con matar a Marat y Oleg, e hicieron todo lo posible para que los periodistas creyesen en la seriedad de sus intenciones.
"Estábamos rodeados de odio. Nuestros guardias creían la información de que somos terroristas. Me dijeron que podían llevarme al baño y allí disparar dos veces al aire y meterme una bala en la cabeza porque yo intentaba escapar, según ellos. Estuvimos dos días en un pozo y después nos encerraron en una habitación cerrada. (...) Estábamos seguros de que el presidente Putin y otros dirigentes nos ayudarían", subrayó Marat.
Los dos periodistas han sido puestos en libertad la noche de este sábado. Sobre su liberación ha informado a través de las redes sociales el líder de la república rusa de Chechenia, Ramzán Kadýrov, que anunció que un avión con los periodistas a bordo se dirigía de Kiev a Grozny (capital de la república) de donde los periodistas viajaron a Moscú.
Tras su liberación el redactor jefe del canal LifeNews, Anatoli Suleimánov, declaró que Kiev no ha presentado cargos oficiales contra los periodistas.
"El SBU no ha abierto ninguna causa. […] Todo es mentira, el SBU no tenía pruebas […] no tenía nada que presentar contra los chicos […] su estatus no ha cambiado".
Oleg y Marat fueron detenidos el 18 de mayo a las 09:50 GMT en Kramatorsk. Al cabo de siete horas en las redes sociales aparecieron evidencias de que los periodistas habían sido detenidos por militares ucranianos. Sáichenko y Sidiaikin fueros acusados de terrorismo y están arrestados en una base militar.