A diferencia de otros países europeos como Francia o Reino Unido, en España los comicios al Parlamento Europeo los ha ganado el partido de derecha conservador, Partido Popular (PP), el cual actualmente gobierna el país. El PP obtuvo poco más del 26% de los votos. A la derecha le siguió el segundo partido español más popular, el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (PSOE), con el 23% de los sufragios.
A pesar de la victoria, sus resultados se ven como un fracaso ya que, juntos, los integrantes del tradicional bipartidismo español no lograron ni la mitad de las papeletas. En comparación con las votaciones europeas anteriores, cedieron a otros partidos el 30% de los votos, alrededor de cinco millones, algo que algunos medios locales clasifican de "demoledora derrota".
En cambio los partidos de izquierda y otras nuevas formaciones mostraron resultados muy positivos. En particular el partido Izquierda Unida (IU) consiguió el 9,99% de los votos, recuperando así la posición de tercera fuerza política española en las votaciones al Parlamento europeo. "Desde la izquierda estamos en condiciones de derrotar al bipartidismo", proclamó el candidato principal de este partido, Willy Meyer, citado por la agencia AP.
Pero aún más extraordinario es el estreno del nuevo partido de izquierda Podemos, que a pesar de su reciente surgimiento, en enero de 2014, logró obtener el increíble 7,9% de los votos en las primeras elecciones en las que participa.
Además, en Cataluña, región que busca intensamente la independencia de España, los mejores resultados fueron para los partidos independentistas: Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Convergència i Unió (CiU).
Con relativamente alta participación de los españoles en los comicios europeos (45,58%), los resultados revelan cierta desconfianza hacia el bipartidismo en comparación con los comicios de hace cinco años. "El bipartidismo está tocado de muerte en los modos en los que acostumbra a mostrarse", resalta el rotativo digital 'eldiario.es'.