Anteriormente el exboxeador Vitali Klichkó, quien lidera las previsiones de voto para las elecciones a la alcaldía de Kiev, dijo que la concentración en la plaza de la Independencia de la capital ucraniana ya ha cumplido con su principal objetivo, por lo que debe desmantelarse.
Sin embargo, los activistas del Maidán no están dispuestos a acatar estas órdenes, por lo que este sábado procedieron a quemar decenas de neumáticos y no permitieron que los bomberos los apagaran, informa la agencia Ria Novosti.
Además, los manifestantes amenazaron con iniciar "un tercer Maidán" (el primero fue en 2004 durante la llamada Revolución Naranja y el segundo entre noviembre de 2013 y febrero de 2014), a menos que se anule esa petición de desmantelar las barricadas.
Klichkó, uno de los principales líderes políticos del segundo Maidán, instó a los activistas que todavía permanecen en la plaza de la Independencia a desalojar el lugar.
"El objetivo clave del Maidán, expulsar al dictador, se ha logrado. Por lo tanto, las barricadas deben ser desmanteladas", dijo.
Declaraciones similares, aunque algo más amenazantes, hizo el presidente electo de Ucrania, el magnate Piotr Poroshenko.
"El Maidán no afectará al presidente incluso si alguien así lo desea. De lo contrario, el Maidán, de reflejar la voluntad del pueblo pasaría a ser una simple y banal estrategia política. Yo sé cómo hacer frente a este tipo de estrategias políticas", dijo Poroshenko.
Estos llamamientos, sin embargo, al parecer no son escuchados en la plaza de la Independencia de Kiev, donde varios de sus activistas critican a las nuevas autoridades por no consultarles sobre el futuro del Maidán.