En 2009, Duguin dijo que las elecciones presidenciales de 2010 serían "las últimas en celebrarse en una Ucrania unida"
El politólogo cree que habría sido posible ponerse de acuerdo solo si se hubiera adoptado "una política multidireccional" para "establecer un equilibrio de las relaciones entre las regiones orientales y occidentales" del país. Sin embargo, la élite política de Ucrania se ha fijado en Occidente y después de la Revolución Naranja del año 2004, tomó un determinado camino en el que ya no hay vuelta atrás.
En 2009, Duguin dijo que las elecciones presidenciales de 2010 serían "las últimas en celebrarse en una Ucrania unida".
"Creo que estas elecciones serán las últimas de una Ucrania unida. […] Los ucranianos se enfrentan a las elecciones sin elección. Pueden elegir sólo una cosa: desintegrarse hoy o posponerlo hasta mañana", dijo el experto en aquel entonces.
"Lo que está sucediendo allí es una locura, la agonía. Así se termina un Estado", precisó también en 2009. Duguin enfatizó que "la cuestión de su colapso es inevitable, ya que no hay políticos ni partidos ni actitudes sociales que mantengan a Ucrania unida contra la desintegración".
El analista geopolítico hizo referencia a las declaraciones de Zbigniew Brzezinski, uno de los principales ideólogos de la política exterior de EE.UU., que afirmaba que la tarea de Washington es alejar a Ucrania de Rusia. Y Rusia, por su parte, agrega el experto, tiene una posición totalmente opuesta.
Lo que está sucediendo allí es una locura, la agonía. Así se termina un Estado
En cuanto al presidente electo, Duguin opina que Piotr Poroshenko "no tiene autoridad real ni entre la población ni entre los oligarcas". "La gente votó por él por desesperación", precisa Duguin. El candidato del partido nacionalista Sector Derecho, Dmitri Yárosh, fue apoyado por alrededor del 1%, lo que muestra, según el politólogo, que "los ucranianos occidentales no quieren radicalizar aún más la situación".
Según Duguin, los ucranianos "no se dan cuenta de que es imposible regresar a nada", y si no se cambia el curso, "van a seguir participando en el suicidio, la autodestrucción deliberada de la nación".