Según la prensa, en los dos condados se están llevando a cabo campañas para convencer a los residentes de que una secesión de California sería lo mejor para sus intereses. Con el apoyo en la votación, los partidarios presionarían a los funcionarios locales a continuar los esfuerzos para combinar partes del norte de California con partes del sur de Oregón en el estado número 51 de EE.UU.
El nuevo estado sería denominado Jefferson, como un homenaje a uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos, Thomas Jefferson. Si se aprueban las medidas, los legisladores locales se unirían a otros condados y continuarían tratando de generar el impulso necesario para la secesión. Cuatro condados, Glenn, Modoc, Siskiyou y Yuba, ya votaron a favor de unirse al esfuerzo, mientras que otros están esperando los resultados de Tehama y Del Norte antes de pasar a la acción. Potencialmente, un total de 16 condados del norte de California, lo cual constituye una cuarta parte del territorio del estado, podrían unirse al movimiento, aunque la separación oficial requeriría la aprobación de la legislatura estatal, así como del Congreso de EE.UU.
La medida, sin embargo, se enfrenta a la oposición de los grupos que se preocupan por la forma en que Jefferson sería capaz de sostenerse financieramente, sobre todo porque muchos de sus residentes son pobres y desempleados. California suministra la mayor parte de los fondos para la infraestructura y la educación, y la mayoría de las grandes extensiones de tierra son propiedad del Gobierno federal, lo cual seguiría siendo igual incluso si Jefferson llega a ser un estado. "Seguiremos haciendo frente a los mismos desafíos", cita el medio 'Business Insider' a un argumento formal de los funcionarios del condado de Del Norte en contra de la idea. "A menos que ya no podamos ser subsidiados por el estado".