"Últimamente se hizo más evidente que han optado por intensificar sus esfuerzos para descartar a Rusia. EE.UU. lo hace de manera más consciente, y la UE mayormente por solidaridad con sus socios estadounidenses y con la esperanza de que Rusia se vea obligada a tolerar la próxima ola de ataques a sus intereses", dijo Lavrov, quien indicó que esta elección se hizo mucho antes de que comenzara la crisis en Ucrania.
"Hemos advertido repetidamente a nuestros colegas occidentales que alterar la frágil situación política en Ucrania es inadmisible y que crear un foco de inestabilidad en Europa podía tener gravísimas consecuencias. A pesar de esto se injirieron de manera flagrante en los asuntos internos de Ucrania y dirigieron un golpe de Estado anticonstitucional apoyándose en las grupos de neonazis y de ultranacionalistas", subrayó el ministro de Exteriores de Rusia.
Por otra parte Lavrov advirtió que "el concepto de convertir el Occidente histórico en el bastión del dominio de la economía mundial es una ilusión peligrosa".
Además, dijo que Rusia no va a dejarse arrastrar a una confrontación para proporcionar a EEUU y a la OTAN la imagen deseada del enemigo.