Diariamente el metro de São Paulo es usado por 4,5 millones de ciudadanos que, debido a la huelga, se ven obligados a usar el transporte de superficie, lo que ha desbordado los servicios. Del total de 65 paradas de metro ayer permanecieron activas tan solo 35, algunas de las cuales fueron abriertas después de que la policía disolviera a los manifestantes que bloqueaban las entradas. El atasco de vehículos batió ayer un récord con más 250 kilómetros de vía paralizada.
Además del cierre del metro los sindicatos organizaron una manifestación contra la política social y económica del gobierno en la que participaron 3.000 personas que bloquearon temporalmente la Avenida Paulista, una de las calles más importantes de São Paulo.
El 12 de junio São Paulo acogerá la ceremonia de apertura del campeonato mundial del fútbol que visitarán 60.000 espectadores, entre ellos jefes de 12 países y el secretario general de la ONU, Ban ki-Moon. Supuestamente, la mayoría de espectadores tendría que llegar al estadio Arena Corinthians en metro, razón por la que las autoridades están elaborando un plan de acción para el caso de que los trabajadores del metro sigan protestando el viernes que viene, anunció en una conferencia de prensa el ministro de deporte de Brasil, Aldo Rebelo, informa la agencia Itar-Tass.